Guerra, paz, miedo, humildad, empatía, amor son las palabras que con más frecuencia estaban presentes en la mente y el vocabulario de la gente en el año 2022.
La empatía, el amor y la humildad son virtudes que nos conforman como personas y como sociedad, y este año hemos tenido más de una ocasión para demostrarlas, por ejemplo, en nuestra actitud hacia los que huyen de la guerra en Ucrania y los afectados por las catástrofes naturales en Bulgaria, o en el caso de Sashko (el niño autista de 12 años de Pernik que pasó 9 días desaparecido y que fue encontrado en el bosque por unos voluntarios) que nos dio la oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos que podemos ser unidos, decididos y bondadosos. El conflicto militar que asola el territorio ucraniano desde hace 10 meses parece que todavía está lejos de un desenlace positivo, por lo que palabras como "guerra" y "paz" seguirán perturbando nuestras mentes en 2023.
La lengua, como un tejido social vivo, al igual que la propia sociedad, cambia constantemente y con ella cambian asimismo las palabras más utilizadas. Los medios de comunicación suelen imponer palabras que no son inherentes al idioma búlgaro, afirma Pavlina Varbanova, creadora de un popular sitio web de verificación ortográfica.
"Este año especialmente, lo que me llama la atención es que dominan el idioma las palabras triviales, desprovistas de un colorido más específico. A mi juicio, las palabras que dominaron eran “guerra”, “gas” y “agresión”, relacionadas con acontecimientos sociopolíticos, que se reflejaron en el lenguaje de los medios de comunicación y, por tanto, en la gente".
En cuanto a la propensión de utilizar el lenguaje como arma para hacer vulnerable a la persona de enfrente, en vez de de animarla o apoyarla, Varbanova está convencida de que nosotros mismos elevamos el grado de la tensión a través de nuestro discurso:
"Creo que nuestra sociedad no sólo está traumatizada, sino que se está traumatizando a sí misma. Es como si sintiéramos la necesidad de castigarnos a nosotros mismos", explicó ella. "A exagerar nuestros errores y nuestro sufrimiento, y de esta manera agobiarnos a nosotros mismos y a los demás".
Tanya Dimova, una compañera del programa Jristo Botev de la Radio Nacional de Bulgaria también se refiere al valor y al poder que tienen las palabras y el lenguaje.
"Si de verdad comprendemos el peso de las palabras y el significado que conllevan, las utilizaremos cuando las necesitemos y de la manera idónea. Sabremos que todo depende de lo que decimos, cómo lo decimos y a quién lo decimos. Aprenderemos a callar cuando las palabras, tal vez, son innecesarias y debemos dejarlas de lado. No dejamos de luchar consigo mismos y con los demás y no pensamos por qué ni quién necesita todo esto".
El trabajo como guionista y periodista le hace pensar mucho más en el mensaje que quiere transmitir a través de su voz en el éter y a través de la trama en los limitados minutos de la cinta documental.
"El documentalismo exige al periodista ser auténtico y objetivo al máximo. La creatividad personal se expresa en el hecho de que ésta es tu visión con respecto a la información. Yo no puedo escapar del romanticismo que llevo como persona.
"Me parece que no hago las preguntas de candente actualidad, sino las que conmueven al corazón. Siempre he sabido que lo que hacemos en la radio es un trabajo conjunto. Con nuestros interlocutores nos convertimos en correligionarios y juntos convertimos el verbo en música, bajo cuyos ritmos los oyentes podrían bailar. En el caso de los guiones de cintas documentales, la música también cobra su visión. Por eso es importante pensar y elegir las palabras adecuadas que no perjudican la visión, sino las que la complementen y amplían".
Al contar todo esto con su inherente brillo en los ojos, Tanya se convierte en la personificación de la palabra entusiasmo:
"Aparte de la emoción y la fascinación, la palabra entusiasmo contiene una mirada hacia nuestras almas y hacia el hecho de que Dios está en nuestros corazones. ¿Y qué más podemos desear que tener a Dios en nuestros corazones? Si es así, debemos ser tener ánimo, amar, ayudar, ser compasivos, compartir, ser humanos de verdad. Por eso creo que el entusiasmo es lo que tantas veces nos falta y que debería ser la palabra de 2022 y de todos los años que vengan".
Versión en español de Borislav Todorov
Fotos: pixabay, BNR, archivo
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