En vísperas de la magna fiesta cristiana Epifanía, que en Bulgaria llamamos Yordanovden, en los templos ortodoxos búlgaros fue oficiada la Gran Misa del Agua. Con la consagración del agua se evoca el bautizo de Jesucristo en el río Jordán por san Juan Bautista y la consagración de la esencia del agua al sumergirse en ella el Hijo de Dios. El sacramento es uno de los ritos más solemnes de la iglesia y se lleva a cabo en las iglesias después de la Liturgia de san Basilio.

La Gran Consagración del Agua se hace dos veces al año: el día de la Epifanía y en vísperas de la gran fiesta, 5 de enero, llamada en Bulgaria Voditsi. Los primeros cristianos consagraban el agua en la noche antes del Bautizo de Jesucristo. Probablemente desde entonces los creyentes ortodoxos dirigen sus oraciones a Dios a medianoche. Según las creencias, precisamente entonces el cielo se abre y Dios oye sus sinceras súplicas.