Cada dos años en los EEUU se desarrolla el más importante foro y concurso del mundo de la luthería, organizado por Violin Society of America. Las secciones en la competición son cinco: violín y viola, violonchelo, contrabajo y cuarteto, y las categorías son dos: elaboración y sonido. Cada bienal se desarrolla en una ciudad distinta, entre la costa este y oeste. En el último congreso de Anaheim, en el sur de California (13-18 de noviembre de 2022), después de un lapso de cuatro años a causa de la pandemia y que contó con un numero record de participantes, el laudero búlgaro Vladimir Tilev ganó dos distinciones: una medalla de plata en la sección Viola y tercer lugar (certificado) en la sección de Violín.

Las dos distinciones pertenecen a la categoría “sonido”, donde se puede ver la verdadera maestría en la creación de los instrumentos.

“En realidad el premio más importante, si bien es tercero, es el de la sección de los violines porque allí compitieron 194 instrumentos mientras que las violas eran “solo” 65”, reconoce Vlado Tilev para Radio Nacional de Bulgaria.

Dicen que los instrumentos de cuerda tienen alma y que si uno logra domarla se convierte en verdadero virtuoso de la música. Precisamente el deseo de estar en contacto con las almas de los instrumentos era el sueño infantil de Vlado Tilev. Como hijo del renombrado músico búlgaro Guergui Tilev vivió en el mundo de la música clásica desde pequeño y esto predefinió su trayectoria en la vida: primero como un músico profesional y luego como laudero.

“Cada personas se siente atraída por una u otra materia, cada niño tiene sueños. Me parece que a mi tierna edad estaba seguro de que me ocuparía precisamente de esto, como un hobby junto con mi profesión de músico. Posteriormente me dediqué por completo a la luthería”.

El buen maestro debe ser un músico con manos hábiles: esta es la filosofía que sigue búlgaro. Por esto mientras estudiaba violonchelo en la Universidad de Artes de Folkwang, en la ciudad alemana de Essen, no dejaba de acudir a los talleres de los lauderos locales para aprender el oficio. Hasta hoy en día sigue diciendo que la restauración es la tarea más agradable para él que la creación de un instrumento completamente nuevo.

Poco a poco la laudería se convirtió de un pasatiempo en primera profesión para Vlado Tilev. Fundó un taller propio y encontró dos asistentes con quienes llevan argos años elaborando arcos. En los últimos años se han dedicado a la creación de instrumentos lujosos.

Hoy el búlgaro es uno de los mejores profesionales a nivel mundial y en una entrevista para Radio Bulgaria del año 2017 reconoce que ha descifrado algunos de los secretos de las famosas familias de los siglos XVII-XVIII Stradivari, Anati, Guarnieri. Sin embargo, hace falta una simbiosis entre las cualidades del instrumento y las del músico para que suceda la verdadera magia y para que el alma “cobre vida”.

“Es de suma importancia que el intérprete posea un excelente dominio del sonido, que permita al instrumento a desarrollarse, a vibrar correctamente para que el sonido mejore más y más”.

Los dos instrumentos de Vlado Tilev premiados en el congreso Violin Society of America ya están en las manos de maestros. La viola que ganó la medalla de plata fue facilitada a Yoana Kamenarska, concertino de la Filarmónica de Hamburgo, y el violín es regalo para el gran violinista búlgaro Mincho Minchev profesor en la Universidad de Folkwang, “como una expresión del respeto que siento por él y por su aportación a la cultura búlgara. Será su instrumento personal porque él toca un Stradivarius estatal”, cuenta Vladimir Tilev para Radio Nacional y agrega que el hijo de Minchev, Nikolay, también toca un violín elaborado por él.

Por Vesela Krásteva

Versión al español de Hristina Táseva

Fotos: vladotilev.com, archivo personal, BGNES