“El genio es el fermento que hace que la syrah se convierta en vino. En cada gota de syrah hay millones de fermentos que bullen y hierven pero, fíjate hijo que esto sucede si encuentran las condiciones para poder expresarse. En cada persona vive un genio potencial de algo. Si no hay condiciones que permitan encontrar expresión, si la syrah que fermenta se congela, se congelarán asimismo los genios y los fermentos. Si a la syrah se le agrega agua sucederá lo mismo. Por esto la esclavitud envenena la vida de las personas porque éstas se sienten atormentadas. Por esta razón los búlgaros no podían expresar su genio en el pasado, porque se sentían atormentados”. 

Estas palabras pertenecen a Vladimir Dimitrov-El Maestro. El pintor de las almas, como suelen llamar al genial creador búlgaro, señalaba esto durante una conversación con el escritor y periodista Mijail Topalov.

Cada vez cuando nos acercamos al recuerdo de Vladimir Dimitrov-El Maestro descubrimos algo nuevo para nosotros como búlgaros.

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El 1 de febrero, la fecha en que nació Vladimir Dimitrov, es una verdadera fiesta para Kiustendil. La vida de cada habitante de la ciudad inevitablemente transcurre en proximidad a los lienzos del Maestro, a las casas y los árboles pintados por este gran artista y plasmados como un recuerdo sobre los lienzos. La vida en Kiustendil pasa asimismo por la galería donde se guarda el mayor número de las obras maestras de Vladimir Dimtrov- El Maestro.

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“Su arte es como una verdadera bendición para nuestra ciudad y para nosotros, los cincuenta pintores que trabajan aquí”, dice Evgueni Serafimov, que siente que para él es una vocación contar e investigar la obra de este gran búlgaro:

“El 1 de febrero es una gran fiesta para nuestra ciudad porque el encanto de este lugar está en el arte. No hay pintores en la ciudad de Kiustendil que no estén vinculados con esta obra y cada uno de ellos habla con el cariño y la fascinación que yo siento por el Maestro. Cada año el 1 de febrero el Maestro vuelve a nacer entre nosotros.

El Maestro estudió en Kiustendil y después regresó de nuevo para trabajar y dejarnos sus cuadros más bellos. Por esto la ciudad posee la Galería Nacional Vladimir Dimitrov-el Maestro. Cada ,motivo de su cumpleaños, la galería prepara algo diferente que se recordará. Este año entregará el Premio Nacional a Pintura a nombre del Maestro.

Hace unos años este premio fue restablecido como un galardón nacional a mejor exposición de pintura de artistas contemporáneos que han exhibido sus obras durante el año pasado. El premiado obtiene asimismo la posibilidad de presentar una muestra propia en la galería del Maestro en Kiustendil. Así, este año veremos una magnífica exposición de pinturas del nuevo portador del premio, Atanás Parushev.

El día de la fiesta y para ver la exposición, a la ciudad llega un gran número de pintores, no solo de la región de Kiustendil, sino de toda Bulgaria. Por tradición, después de visitar la galería, todos van a la aldea de Shishkovtsi, donde está la Casa – museo de Vladimir Dimitrov y en el centro de la aldea hay un lugar donde rendirle homenaje. De este modo el 1 de febrero Kiustendil se convierte en una capital del arte y la emoción siempre es muy grande.

Es, además, un buen motivo para ver la galería que acoge a los mejores maestros del pincel y escultores búlgaros. Aquí se reúnen, conversan, ven las obras, el nombre del Maestro se menciona constantemente y de este modo él está con nosotros de nuevo. La atmósfera es muy solemne y al mismo tiempo acogedora y cálida a la búlgara”.

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Versión al español de Hristina Táseva