En Turquía, la esperanza de encontrar vida bajo los escombros se ha desvanecido y los equipos internacionales de rescate se han retirado, despedidos con gratitud por los damnificados por la catástrofe natural del 6 de febrero.
La mayoría de los equipos de rescate búlgaros ya han regresado a sus hogares, y cuatro médicos militares permanecen en el terreno, según declaró a BNR el comisario jefe Alexander Dzhartov, director de la Dirección General de Seguridad contra Incendios y Protección de la Población. Él señaló que Bulgaria fue uno de los países más activos en el envío de equipos tras el devastador terremoto en Turquía.
Un total de 47 hombres y mujeres de la Asociación Nacional de Voluntarios de Bulgaria participaron en la operación de rescate, que duró más de 80 horas, para buscar supervivientes bajo los escombros. Son miembros de la Formación de Voluntarios - Sofía, "Rescate de Emergencia" - Plovdiv, "Rescate en Cuevas - Plovdiv 112", Formación de Voluntarios "Mayday", entre otros.
"En el menor tiempo posible, en 4-5 horas, conseguimos comprar lo que nos faltaba en cuanto a equipamiento: sacos de dormir, tiendas de campaña, e informar a nuestros empleadores, que se mostraron muy comprensivos", afirma Krasimir Karakashev, jefe de la unidad de voluntarios "Mayday", en una entrevista para BNR-Blagoevgrad.
"Bulgaria estaba en un campamento de 47 países creado por su organización, que coordina y gestiona las actividades de búsqueda y rescate en caso de terremoto. Se trata de una organización que reúne a cientos de pequeñas organizaciones y voluntarios. Por desgracia, los búlgaros éramos los peores en cuanto a equipamiento y técnica. Pero éramos los mejores en otro aspecto: nuestra bandera ondeaba sobre los edificios de toda la base. Todo el mundo estaba dispuesto a ayudar. Algunos países vinieron con equipos de 700-800 personas. Por ejemplo, el equipo israelí había venido con un hospital de campaña, con ingenieros, con un veterinario para los perros.
Lo único que tenía el equipo búlgaro era un micrófono acústico, que colocamos en los restos de algunos edificios, si es que quedaba alguno. Formábamos parte del grupo de equipos más pequeños. Además de este micrófono, también teníamos el deseo y la experiencia de ayudar. Tuvimos suerte: conseguimos detectar 29 lugares con supervivientes. Kilian, el perro de 6 años que llevaba un funcionario sueco, confirmó 12 de esos 29 lugares y gracias a ello se salvaron 31 vidas. Es un trabajo de equipo, porque si no hacíamos nuestro trabajo inicial de encontrar supervivientes, los demás, después de nosotros, no podrían continuar".
Se recaudaron donaciones por valor de 43.000 € para apoyar la labor de los voluntarios búlgaros sobre el terreno. Con toda probabilidad, los fondos no gastados, que ascienden a unos 30.000 euros, se invertirán en la compra de equipo para las formaciones de voluntarios en Bulgaria. Esto es sumamente necesario porque, en palabras de Krassimir Karakashev, las ONG de voluntarios no reciben apoyo del Estado. No reciben fondos estatales para su mantenimiento, no disponen de instalaciones para desarrollar sus actividades, no tienen apoyo institucional ni jurídico. El Estado solo apoya a las organizaciones nacionales y a los grupos de voluntarios municipales, algunos de los cuales, sin embargo, son cuestionables en cuanto a la eficacia con la que desempeñan sus funciones y a su utilidad real en catástrofes y emergencias.
"Entre las 286 formaciones municipales creadas en Bulgaria, puedo decir con firmeza que no funcionan más de 30-40 de ellas. Son grupos que pretenden ayudar a la gente, pero lo importante es que haya cooperación entre alcaldes, concejales municipales y voluntarios que colaboren para ayudar a los ciudadanos", explica Krasimir Karakashev.
Recopilado por Guergana Mancheva /basado en una entrevista de BNR- Blagoevgrad/
Versión al español de Borislav Todorov
Fotos: Facebook / Krassimir Karakashev, Facebook / Unidad de voluntarios "Mayday"
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