"Bulgaria tiene argumentos muy sólidos para aplazar el cierre de las centrales de carbón al menos hasta 2030. Nos enfrentamos a una grave crisis energética, a un déficit regional". Esto ha afirmado ante BNR Iván Hinovski, experto en energía y presidente del Foro Búlgaro de Energía y Minería.

El problema es que las autoridades búlgaras no presentan claramente estos argumentos a la Comisión Europea, como hizo Serbia, que prorrogó los plazos de cierre de sus centrales de carbón (Serbia no es miembro de la UE, pero participa en el Plan de Transición Justa), opina el experto. En su opinión, en los próximos 10-12 años Bulgaria debería invertir en sistemas de almacenamiento de energía renovable.

"Los fondos del Plan de Transición Justa son de unos 800 millones de euros. Si yo estuviera en el poder, no aceptaría este dinero: es lo que se gana en un año con la central térmica Maritsa Iztok 2", dijo Hinovski.