Desde hace 10 días, el ultramaratoniano de fama mundial Krasi Gueorguiev vive aislado en una jaula de cristal en el centro de Sofía. Es un símbolo de la jaula digital en la que se mete el hombre moderno, sometido a las redes sociales.  Este experimento social único pretende explorar los cambios que el aislamiento provoca en el hombre moderno a nivel psicológico y físico. Y como en la mayoría de los retos que el maratoniano se hace a sí mismo, esta vez hay un fin benéfico: recaudar fondos para la "Prevención de adicciones".

"Nos dedicamos a la prevención de cualquier tipo de adicciones, empezando por las adicciones digitales. Ya saben, las adicciones digitales en los más jóvenes, pero no solo en ellos: todos son adictos a alguna red social, y de ahí pueden derivar hacia el juego, la drogadicción y otras cosas. He pasado por muchas situaciones difíciles y sé lo que es ser adicto a algo", dijo Krasi Gueorguiev en una entrevista televisiva antes de entrar en la jaula de cristal donde ha estado viviendo desde hace más de una semana.

La esencia del experimento social "En una jaula de cristal"

Durante 15 días, Krasi Gueorguiev se somete voluntariamente a un aislamiento social, pero al mismo tiempo está a la vista de toda la sociedad. Tres de las paredes del contenedor, equipado únicamente con una cinta de correr y un colchón, son completamente transparentes. Una pequeña zona del mismo, destinada a las necesidades naturales, permanece oscurecida. La construcción se encuentra a dos metros y medio del suelo y está situada en uno de los lugares más concurridos de Sofía: frente al Palacio Nacional de Cultura. Solo consigo mismo y con el tiempo en el centro de Sofía, Krasi ve todo lo que ocurre a su alrededor, pero no puede establecer contacto verbal con nadie. Sólo una vez al día, durante media hora, entra en contacto con el público para una sesión con preguntas, respuestas y plantearle retos adicionales. La jaula incluso celebró su cumpleaños, con decenas de sofiotas saludándole con pancartas, globos y mensajes de ánimo en las redes sociales.

Un equipo de destacados especialistas vigilará de cerca el estado físico y mental del ultramaratoniano y posteriormente analizará los datos antes, durante y después del aislamiento.

En este momento, los indicadores sanguíneos de Krasi informan de que está sometido a un gran estrés, pero los psicólogos que le controlan creen que el malestar en su estado es temporal.

Krasi Gueorguiev se embarcó en el reto sin expectativas previas, y con las palabras "No me gusta estar encerrado, pero espero que mi cabeza resista".

"Uno tiene que retarse a sí mismo porque la vida es un momento que se nos pasa y si no hacemos cosas interesantes que nos diviertan, ¿para qué estamos viviendo? Yo lo hago todo por caridad y si puedo ayudar a alguien con lo que hago, ¿por qué no?" – se motiva a sí mismo Krasi Gueorguiev.

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Versión al español de Borislav Todorov

Fotos: BTA