En una rueda de prensa, Gueshev anunció que solicitará la destitución de los miembros del Consejo Superior de la Judicatura (CSJ) que, según él, intentaron llevar a cabo un golpe de Estado en el poder judicial. Señaló que presentará la información que posee en una sesión a puerta cerrada del CSJ para preservar el prestigio del poder judicial. Anteriormente, Gueshev fue interrogado por un fiscal supervisor de la Fiscalía General del Estado en relación a una denuncia presentada en su contra por Borislav Sarafov.

Gueshev describió las acusaciones como un ataque al Estado y a su funcionamiento normal, y afirmó que la supuesta omnipotencia del fiscal general es un mito y que la fiscalía búlgara no protege ni defiende a nadie. También mencionó que después del intento de asesinato en su contra, fue objeto de un ataque mediático y se vio obligado a explicar por qué no fue asesinado. Afirmó que no pudo haber incumplido sus obligaciones oficiales, ya que se encontraba en un viaje de trabajo en los días posteriores al atentado y su adjunto, Borislav Sarafov, se encargó de las funciones del fiscal general. Gueshev enfatizó que nunca tuvo la intención de dimitir y que considera que las acciones en su contra son un ataque al poder judicial búlgaro.