La tasa de importación y tránsito de gas ruso a través de Bulgaria, implementada no hace mucho, no tendrá un efecto negativo sobre los consumidores europeos. Ésta afectará únicamente los beneficios de Gazprom. Es lo que han prometido a los embajadores de los países de la UE durante una reunión en Sofía el primer ministro Nikolay Dénkov, la vice primera ministra y ministra de Exteriores María Gabriel, los ministros de Finanzas y Energía Asen Vasilev y Rumen Radev, respectivamente.

“La UE no debe depender del gas ruso. Es inadmisible que con el dinero de los contribuyentes europeos se financie la guerra de Rusia contra Ucrania”, ha declarado Dénkov.

Ante los diplomáticos el primer ministro también ha expresado la esperanza de que en diciembre durante una sesión conjunta del Consejo Europeo sea tomada la resolución correcta para la entrada de Bulgaria a Schengen que será de provecho de los ciudadanos búlgaros y europeos, así como del empresariado.