No en un plazo de tres días, sino ayer mismo Lukoil estaba preparada para pasar al procesamiento de petróleo que no procede de Rusia, con una capacidad del trabajo reducida en la planta Neftochim pero suficiente para satisfacer las necesidades de combustibles del país. Es lo que ha declarado ante periodistas Delyan Dobrev, presidente de la Comisión parlamentaria de Energía y diputado del grupo del GERB-CDC. Junto con la presidenta del grupo, Desislava Atanasova, abandonaron anticipadamente el Consejo de Seguridad Nacional, adjunto al Consejo de Ministros donde se debatía la propuesta de que sea cancelado el uso de petróleo ruso en la refinería Neftochim, de Burgás.

“La coalición que apoya a Putin es un hecho. Ha sido una reunión absolutamente inútil. Una pérdida de tiempo para nosotros”, ha declarado el presidente del grupo parlamentario del Movimiento por Derechos y Libertades, Delyan Peevski, quien también abandonó el Consejo con anticipación.  

El cese del petróleo ruso antes del 1 de marzo conllevaría enormes riesgos, ha declarado después del Consejo el copresidente de Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática Kiril Petkov. Se trata de ingresos fiscales al horario público por valor de casi 200 millones de euros hasta finales del año y entre 25 y 50 millones hasta marzo, ha señalado Petkov.

El primer ministro Nikolay Dénkov ha declarado que el Consejo ha resuelto que no sea aplicado el rápido cese del petróleo ruso reclamado por el GERB y el Movimiento por Derechos y Libertades ya que esto entraña riesgos para los precios y los suministros de combustibles en el país.