Desde mediados de año el tráfico de personas a través de las fronteras del país se ha reducido a la mitad, según declaró a bTV el director de la Dirección General "Lucha Contra el Crimen Organizado" del Ministerio del Interior, el comisario superior Yavor Serafimov. "No hay frontera en el mundo que no se pueda cruzar. La frontera terrestre entre Bulgaria y Turquía es la segunda más transitada del mundo y la primera de Europa. La tendencia es que en 2025 sea el más activa del mundo", comentó Serafimov. 

A principios de año, los agentes antimafia detectaron un aumento del 50% de migrantes respecto a 2022, con jornadas de 24 horas con intentos de cruzar frustrados de hasta 1.500 personas, pero la curva se rompió en septiembre. Se espera un reflujo porque ya no es fácil cruzar el interior del país. En las fronteras con Rumanía y Serbia hay puestos de control y se están llevando a cabo acciones. Actualmente los canales de tráfico de personas se redirigen a través de Grecia y Macedonia del Norte, comentó Serafimov.

"Turquía está haciendo enormes esfuerzos para repeler e impedir la entrada de migrantes a Bulgaria. Tenemos muy buena comunicación con nuestros colegas de Turquía a través de un centro tripartito informativo a través del cual se intercambia información todos los días", afirmó el jefe antimafia.