¿Es interino de verdad el Gobierno interino? Esta es la pregunta que se plantean los búlgaros después de que Dimitar Grávchev, propuesto para ocupar el cargo de primer ministro interino, presentara la composición del gabinete en el cual se nota una evidente reverencia hacia los partidos de la coalición que hasta hace poco gobernaba el país: el GERB-CDC y Continuamos con el cambio-Bulgaria democrática. El Gabinete prestó juramento el 9 de abril y una semana después el primer ministro interino pidió al presidente que expidiera decretos para el cambio de dos de los ministros: el de Exteriores y de Agricultura. Precisamente el cargo del ministro de Exteriores estaba en la base de la disputa que frustró la realización de la primera en Bulgaria rotación en el gabinete de Nikolay Dénkov y María Gabriel.  

• La saga política búlgara, traducida para extranjeros

Dimitar Glávchev propuso que en vez del diplomático Stefan Dimitrov, el Ministerio de Exteriores sea encabezado por el vice presidente del GERB y ex primer diplomático Daniel Mitov. Esto incrementó las dudas de que el Gabinete interino logrará cumplir su tarea principal: la organización de unas elecciones honestas y transparentes que deben celebrarse el 9 de junio junto con las elecciones al Parlamento Europeo. Parece que fue omitida la importante regla que reza que todos los ministros en el Gabinete interino deben estar lejos de las fuerzas políticas y el presidente Rumen Radev demoró la expedición de decretos para la destitución de los ministros para dar tiempo al primer ministro a corregir sus propuestas. Mientras tanto, Daniel Mitov retiró su candidatura de ser ministro interino de Exteriores, manifestando en la Asamblea Nacional: “no debo convertirme en la manzana de la discordia que divida la sociedad y que obstaculice el funcionamiento de las instituciones”. Partidos parlamentarios presentaron una moción de censura contra el Gabinete interino, mientras que el primer ministro interino Dimitar Glávchev propuso que él se encargue tanto del puesto de primer ministro interno como con el de ministro interino de Exteriores. El jefe de Estado calificó la idea como vanguardista y declaró que evidentemente Glávchev “todavía no se ha dado cuenta de lo que debe ocuparse como primer ministro”. Los observadores del cuadro político en el país comentan la situación en los siguientes términos: 

 “El Gabinete interino, tanto en conformidad con las reglas anteriores de su formación, como en conformidad con las nuevas, tiene la tarea de organizar las elecciones, pero igual que el resto de los órganos del poder, en fin, es un órgano político”, ha recordado la politóloga Dra. Albena Taneva. El problema no es nuevo, en muchos Gabinetes interinos hemos visto destacadas figuras políticas del escenario político. Cabe subrayar que las acciones apresuradas en el Gobierno, igual que en cada actividad humana, entrañan riesgos muy variados y sorpresas para todos los involucrados”.

El cargo del primer ministro evidentemente es la patata caliente en el Gabinete, ya que durante la presentación del proyecto de su composición fueron hechos cambios y pocos días después de que fuera prestado el juramento se hacen nuevos relevos. Esto es muy preocupante a juicio de algunos analistas. Faltan claros motivos para el cambio del ministro interino de Exteriores, opina el periodista Petar Karaboev. 

“La resolución de quién será ministro de Exteriores no atañe tanto al propio Ministerio. Se supone que se trata de estructuras y administración que deben trabajar incluso cuando no tengan ministro. Lo sensacional en el caso era que sin haberse cumplido nueve días desde la presentación del proyecto del Gabinete se produjo una segunda sustitución del ministro de Exteriores. Es absurdo que un ministro haya ocupado su cargo durante 9 días y le pidan la dimisión. No se presentaron los claros motivos de por qué es así”.

“Prácticamente el presidente debe afrontar la desagradable elección de no firmar el decreto para estos relevos y conservar estos ministros. Con esto se elevará aún más la tensión en la sociedad y en la clase política”, ha comentado el analista político Slavi Vasilev. En sus palabras, la situación política en el país “contradice el sentido común”.

“Después de haber privado conscientemente al presidente de la posibilidad de formar gabinetes interinos que en virtud de las circunstancias en los últimos 3 años se convirtieron en una alternativa política del poder de la Asamblea Nacional, Peevski, Borisov y Petkov decidieron privar a Rumen Radev de la posibilidad de formar una alterativa política propia".

La responsabilidad del Gabinete interino recae en las personas que impusieron las reglas para su elección, o sea recae en el Parlamento, dice categórico el Prof. Alexaner Marinov. En lo que se refiere a la demora de los decretos para el relevo de los ministros de Exteriores y de Agricultura, él comentó que la situación está generada por una provocación consciente para comprobar lo que hubiera podido suceder:  

“El país está en un territorio absolutamente privado de claridad. El Tribunal Constitucional se pronunciará respecto al caso, así que de momento no podemos decir cómo es el marco legislativo. Sin embargo, podemos reflexionar sobre el político”, dice convencido Alexander Marinov. Muchas personas se plantearon la pregunta por qué Boyko Borisov se mostró tan activo y recomendó al primer ministro a quién destituir y a quién designar.”

La verdad es que esto era una prueba y una provocación hacia el presidente para ver si sucumbirá. Como sabemos el presidente Radev no es de las personas que sucumben y él categóricamente se opuso a este enfoque, incluso desde el punto de vista del respeto a las personas. Mitov se retiró y el caso está terminado. Era claro que es una variante muy inconveniente designar como ministro de Exteriores al vice presidente de una de las grandes fuerzas políticas. Desde este punto de vista el presidente se opuso de manera absolutamente fundamentada”.  

Traducido y publicado por Hristina Táseva