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Dimitar Karamitev: "El kaval búlgaro es el más variado en ornamentos, a través de él habla la gran alma del pueblo búlgaro"

Foto: Ani Petrova

"El kaval es un instrumento que siempre ha sonado a mi alrededor desde la infancia. Recuerdo las reuniones familiares en Stara Zagora todos los sábados, con y sin motivo, y allí siempre se cantaba," dice Dimitar Karamitev sobre sus primeros encuentros con la canción folclórica y el acompañamiento del kaval. Es cantante de la región de Tracia, pero durante muchos años vivió fuera de su tierra natal, en Viena, junto a su mujer Magdalena, quien a su vez es cantante con un variado repertorio de distintas regiones folclóricas. Recientemente, Dimitar y Magdalena Karamitevi regresaron a Bulgaria para participar en un concierto junto a la Orquesta de Música Folclórica de la Radio Nacional de Bulgaria. Allí interpretaron su propia música, que describieron como un "pequeño autorretrato" y una historia sobre sus vidas.


"Siempre he estado rodeado de muchos músicos y cantantes; mi familia está vinculada a las tradiciones búlgaras. Mi abuelo tocaba el kaval y se había convertido en una especie de estrella regional," declaró a Radio Bulgaria Dimitar Karamitev.

"Empecé a tocar el kaval bastante tarde, tenía unos 15 años, en el instituto de la ciudad de Kotel. Durante esos años, el único camino que quería seguir era pasando por la Academia de Plovdiv. Hay instrumentos de viento similares en todos nuestros países vecinos, pero en Bulgaria, el kaval -tal como lo conocemos- parece haber encontrado su lugar. Todo el mundo dice que a través del instrumento habla tu alma, así que a través del kaval habla nuestra alma búlgara. Además, nuestra alma es más profunda, por lo que hay que utilizar más adornos para darle voz. Gracias a Teodosii Spasov y a su forma de hacer música con el kaval, y de difundir esta música por todo el mundo, ha allanado el camino a más de un intérprete de kaval como yo."


"Entre 1996 y 2000, como estudiante de la Academia de Música, Danza y Bellas Artes de Plovdiv, Dimitar Karamitev estableció numerosos contactos con sus colegas dedicados también al folclore búlgaro. Durante esos años de estudiante, llevó a cabo sus primeras actuaciones conjuntas. Dimitar Karamitev se define como un admirador especialmente de la escena de bodas y barbacoas en la región de Tracia."

"Me sigue gustando esa música, aunque parece que está decayendo cada vez más. Es como si se hubiera perdido toda una generación que creció tocando este tipo de música. La crisis en ese sentido es muy notoria, al menos para mí, porque vuelvo a Bulgaria y eso me produce más dolor y reflexión. Todavía hay músicos de todas las generaciones que son magníficos intérpretes, en todos los instrumentos folclóricos, y en el arte vocal, que pueden interpretar muy bien cualquier canción. Pero cada vez faltan más oyentes y apreciadores de esta música. Soy de la generación que recuerda cómo los intérpretes de la época, con sólo tocar una frase, podían entusiasmar a los aficionados. Ahora la música folclórica llega al corazón de cada vez menos personas, no les conmueve. Los propios músicos hemos contribuido a ello, nos hemos adaptado para ganar más rápido y más fácilmente y el arte ha caído un poco víctima de nuestros tiempos. Todo el mundo intenta estar en el escenario más a menudo. Pero ahí es donde interviene el compromiso con la calidad de la música."

"Gracias a la mala situación económica de Bulgaria, incluso ahora la comunidad búlgara de expatriados en el extranjero sigue creciendo, tanto en Austria como en otros países europeos", observa Dimitar Karamitev:

"Gracias a la casualidad, después de una estancia de dos años allí (en Viena), hice contactos y me uní a la comunidad musical búlgara de Austria. No está compuesta por muchos músicos folclóricos, pero cuenta con numerosos instrumentistas clásicos, representando bien a Bulgaria en este ámbito. Muchos estudiantes vienen a Viena, algunos se quedan, otros regresan. Fue así como establecí amistad con los nietos de Pancho Vladigerov, que residen en Viena. Konstantin Vladigerov, quien toca el clarinete y el piano, y Alexander Vladigerov, un destacado trompetista. En sus conciertos siempre incorporan elementos folclóricos y comenzaron a invitarme. Hemos realizado numerosas presentaciones y colaborado en cuatro álbumes juntos. A lo largo de los años, hemos actuado en los teatros más importantes, lo que me ha permitido establecer aún más contactos en todo el mundo", mencionó Dimitar Karamitev en una entrevista para Radio Bulgaria.

Traducido y publicado: Borislav Todorov

Fotos: Ani Petrova, BTA


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