La tendencia a una actividad electoral dramáticamente baja y a recurrir al voto de protesta, se está difundiendo entre los búlgaros en el extranjero, según comentan los sociólogos. Juzgando por las elecciones celebradas en los últimos años, el perfil del votante búlgaro en el extrajero es multifacético e imprevisible… Pero es un hecho que en los últimos 3 años es precisamente el voto del extranjero el que acaba inclinando la balanza a favor de los nuevos jugadores parlamentarios, como “Hay Tal Nación” (ITN), “Renacimiento”, “Continuamos con el Cambio” (PP), y el surgido en las últimas elecciones - el partido “Grandeza”. El pasado 9 de junio muchos búlgaros votaron a manera de castigo o antisistema por partidos pequeños con una probabilidad relativamente baja de superar el umbral del 4%. Radio Bulgaria les presenta hoy a una joven búlgara que ha elegido depositar su confianza precisamente a una de estas nuevas formaciones.
Silvia Basile es hija de un matrimonio mixto. Su madre es búlgara y su padre, italiano. Nació en Roma y lleva viviendo allí toda su vida, aunque viaja a Bulgaria regularmente, ya que ahí tiene amigos y familia. Silvia estudia piano y canto en una escuela musical en la capital italiana. El pasado 11 de mayo, ella cumplió los 18 años y un mes más tarde, por primera vez en su vida, acudió a las urnas electorales en la embajada búlgara de Roma, para ejercer su derecho a voto. Al igual que muchos otros representantes de la Generación Z, a Silvia tampoco le resultan indiferentes los asuntos de política, por eso ha votado tanto a la Asamblea Nacional de Bulgaria, como al Parlamento Europeo. Ella admite que el partido en el que ha confiado ni siquiera ha traspasado la barrera del 4%. Pero, ¿qué es lo que la ha motivado a votar a un partido pequeño?
“Puesto que yo no estaba tan familiarizada con la política, hablé con mi madre y con mi abuelo - que votaba en Bulgaria - me familiaricé con la plataforma de este partido y me gustó la forma en que estaba descrito todo. Las cosas allí estaban indicadas claramente, las ideas expuestas eran buenas y su líder, a fin de cuentas, era una persona culta que podía aportar algo positivo. Esta vez el partido no llegó a superar el umbral del 4%, pero quizás la próxima vez lo consiga”, comparte Silvia.
La falta de representación política es uno de los motivos para elegir votar a partidos pequeños. Y, además, aquellos que viven fuera de Bulgaria parecen ser más propensos a experimentar con un voto más alternativo.
Para Silvia fue decisiva la postura de los candidatos de cara a la guerra de Ucrania y a la tensa atmósfera internacional, pero no sólo eso:
“Yo voté en la embajada y voté con postura de izquierdas, con mis esperanzas puestas en una Europa sin guerras y un mundo que no apoya ni el envío de armamento, ni a las economías ligadas a las armas. La preservación del medio ambiente también era un tema importante para mí, así como el apoyo a los trabajadores y no a las grandes empresas. La mayoría de las personas dicen que no están a favor de la guerra - pero lo más importante es que no estén a favor de las armas. Porque los países que están bien armados, están preparados para entrar en guerra y entonces ésta acaba siendo inevitable. No se puede frenar la guerra con armas. Mi voto era a favor de que no se envíe armamento y que no se invierta en armar a un país o en que un país ayude a otros a armarse”.
Silvia es alumna de la escuela dominical búlgara “Asen e Iliya Petkov” en Roma. Posee una voz maravillosa y desde hace relativamente poco ha empezado a cantar canciones tradicionales búlgaras, en acompañamiento de la gaita de Stefan Borgodzhiiski, su profesor de música en la escuela dominical. La joven sueña con dedicarse al arte y opina que es importante que todos tengamos una postura cívica y que hagamos uso de nuestro derecho a voto.
Sobre la actividad electoral, más baja que nunca, ella comenta:
“Cada vez me llama más la atención que hay gente mayor que deja de votar, diciendo que no tiene sentido, que no hay nadie a quien votar porque nadie les convence. Quizás ellos no han valorado lo suficiente a los partidos más pequeños que podrían aportar algo bueno y algo nuevo al desarrollo del país”, concluye la joven Silvia Basile.
Autor: Veneta Nikolova
Versión en español: Alena Markova
Fotos: BTA, Silvia Basile/archivo personal
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