El 29 de junio la Iglesia Ortodoxa Búlgara celebra la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo. San Pedro estaba entre los alumnos favoritos de Cristo, mientras que Pablo era uno de los más fervorosos perseguidores de los cristianos. El primero seguía cada paso del Salvador y fue testigo de importantes momentos hasta el término de la vida terrenal de Cristo. Era precisamente él quien pronunció el sermón el día de Pentecostés que llegó a los corazones de miles de personas. El segundo era un categórico adversario del cristianismo, pero se convirtió en su apasionado defensor y divulgador de la doctrina cristiana. Hasta hoy en día sus Epístolas a los corintios son una fuente de mensajes imperecederos sobre la vida y las virtudes humanas.

¿Qué es lo que une los santos apóstoles que llegaron a la verdad divina de una manera diferente?

“Son bastante distintas, pero solamente a nivel de indicios externos”, señala en una entrevista especial para Radio Bulgaria el metropolitano Gabriel de Lovech, uno de los tres candidatos a ocupar el trono de patriarca búlgaro. 

No es casual que los santos apóstoles Pedro y Pablo estén tan estrechamente unidos, ellos murieron como mártires por la fe en el mismo día. La igualdad entre ellos se convirtió en un patrimonio para las iglesias locales y respectivamente para los patriarcas, los sacerdotes y los obispos.

“Cada obispo, arzobispo, metropolitano o patriarca posee una gracia igual. Los dones de la gracia son los mismos para el clero. Se distinguen por su servicio en la iglesia, pero en el Credo Niceno se dice creemos en la Iglesia una, santa. Es decir, la iglesia es una unión. Dios dijo:“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". El prelado de la Iglesia Ortodoxa y su piedra angular es Jesucristo. No tenemos un prelado terrenal de todas las iglesias. Las iglesias autocéfalas son iguales entre sí. Tienen poder igual y el órgano supremo que se encarga de la Iglesia es la Unión de todas las iglesias ortodoxas. Puede tomar resoluciones que deben ser cumplidas por todas las iglesias ortodoxas. Cada iglesia resuelve sus problemas por separado y nadie puede usurpar el poder de una iglesia en su territorio canónico". Precisamente en este sentido es inadmisible, desde el punto de vista canónico, hablar de la influencia de una u otra iglesia local. En palabras del metropolitano Gabriel, en la iglesia ortodoxa cuando se convoca un concilio en nombre de Dios, entonces Dios es el que guiará la toma de decisiones en este concilio. Es el prelado de la Iglesia y gobierna por medio de su Gracia y por medio de su iglesia terrenal”, subraya el metropolitano de Lovech. 

“En la Antigüedad había herejías y escisiones a pesar de que las personas eran más creyentes que nosotros”, agrega el metropolitano Gabriel. A pesar de todo debemos recordar lo que nos dijo Cristo, que él edificó la iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Con frecuencia la Iglesia búlgara es reprochada de que no está entre las personas para predicar el Verbo de Dios como lo hacían los apóstoles de Cristo. ¿Cómo responde la iglesia a estos retos?

“Lo más importante que hace la iglesia es el oficio, los sacramentos que generan la Gracia. Sin la Gracia uno no puede hacer nada útil pero el oficio está relacionado también con la predicación. Cuando predicamos, respetamos la libre voluntad de las personas y de esta manera, llamamos su atención. En este sentido la iglesia hace mucho pero cuando uno no va a la iglesia es difícil apreciar qué es el servicio que es lo más importante en la Iglesia. Un padre espiritual había dicho que durante el ateísmo en Bulgaria las misas no estaban prohibidas y gracias a esto la fe siguió viva porque el servicio trae la fuerza la Gracia divina”. 

Además, el santo Sínodo organiza un concurso infantil en los últimos 10 años, cada verano se organizan campamentos para niños con la cooperación de los monasterios. Se editan libros, entre los cuales está el Evangelio para niños, así como manuales del 1 al 12 grado que se reparten gratuitamente.

“Lamentablemente hasta ahora no hemos podido implementar la disciplina religión y ortodoxia a pesar de que disponemos de manuales”, señala con preocupación el metropolitano Gabriel y agrega: “Hacemos mucha cosas más: aseguramos comida diaria para los pobres, no hacemos una publicidad de esto pero las personas que están interesadas saben esto”. 

“Sí, soñábamos de ello desde hace mucho tiempo y hace 6 años fundamos la escuela. Es una escuela en la cual se imparten las clases del programa del Ministerio del Interior, pero se estudia más religión. Escogemos profesores que tratan de dar una buena educación a los niños sobre la base de las virtudes cristianas, evangélicas y tratamos de hacer lo posible para crear unas buenas raíces en estos niños. Gracias a Dios logramos ganar su confianza y creo que la merecemos ya que en nuestra escuela tratamos de hacer lo mejor por los niños y los padres lo ven".

¿Cómo logra la iglesia conservarse en el mundo contemporáneo?

“La unidad se conserva cuando respetamos las ordenes en el santo Evangelio, los postulados de la iglesia, sus cánones, los dogmas y la doctrina de los santos padres. Cuando llevamos a Cristo en nuestros corazones nos sentimos como hermanos y hermanas, nos amamos unos a otros y tratamos de ayudarnos, afrontar las angustias, alegrarnos con las alegrías del prójimo y acompañarlo en los duros trances. Por esto nos hace falta la Gracia sin la cual no puede haber nada que sea bueno en el mundo. Hoy nos ha reunido la Gracia del Espíritu Santo que es la base de la verdadera unidad. Cuando vivimos como cristianos ortodoxos tendremos la Gracia de Dios y podremos estar unidos en nuestro seno familiar, en la sociedad y en la vida eclesiástica. Sin la Gracia esto es imposible”.  

A finales de nuestra conversación el metropolitano Gabriel recordó lo dicho por Vasil Drumev, el metropolitano Clemente, de que si hay ortodoxia Bulgaria también existirá. “Bulgaria ha superado muchos momentos difíciles gracias a la ayuda de Dios, gracias al hecho de que es un país ortodoxo, subraya el metropolitano Gabriel. Bulgaria ha tenido que santos que guiaron al pueblo. Gracias a los santos hermanos Cirilo y Metodio obtuvimos nuestra escritura en búlgaro. El pueblo se deba cuenta de lo que se le predicaba y la fe echó profundas raíces en su corazón. Independientemente de las dificultades que afrontaremos con la ayuda de Dios los superaremos y Bulgaria perdurará para siempre”.

Fotos: Darina Grigorova, BTA, pravoslavie.bg, Archivo

Traducido y publicado por Hristina Táseva