El segundo gabinete interino, dirigido por Dimitar Glavchev, prestó juramento ante la Asamblea Nacional. La principal tarea del equipo de ministros interinos será celebrar de nuevo unas elecciones limpias con otra votación parlamentaria anticipada programada por el presidente para el 27 de octubre. El gobierno de Glavchev también debe preparar el proyecto de presupuesto del país para 2025.

Los constantes gobiernos interinos, que se han convertido en un rasgo característico de la situación política del país, están agotando sin duda la paciencia de la población. En palabras del sociólogo Ivo Zhelev, a los partidos les resulta cada vez más difícil manejar lo que ocurre en el país:

“El GERB sigue intentando comportarse como el partido más sistemático y estable, el garante de la estabilidad en el país. Este papel de Boyko Borisov, independientemente de si se le reconoce o no, se le da bien. No veo nada significativo en cuanto a acciones y políticas por parte de las demás fuerzas políticas. Con Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática veo el caos, el Movimiento por Derechos y Libertades está muy ocupado con sus disputas internas, y el Partido Socialista Búlgaro intenta demostrar lo diferente que es la actual dirección en funciones de la de Kornelia Ninova.”

Por otra parte, asistimos a nuevas dudas de los partidos sobre la imparcialidad de las próximas elecciones anticipadas. El Ministerio del Interior tiene un papel fundamental a la hora de garantizar la limpieza de la votación, por lo que la atención se ha centrado en la persona que dirigirá el ministerio.

“Es posible luchar contra el voto comprado, pero es una cuestión de voluntad del ministro, no de la calidad del trabajo de los policías, porque ellos saben muy bien lo que tienen que hacer. El ministro debería decir: "Tenemos que luchar contra el voto comprado". Cuando el ministro no dice esto, sino que tranquilamente dice lo contrario, "Protegemos a estos", esto no ocurre”, explicó a BNR Ivaylo Mirchev de Sí, Bulgaria y precisó que hay que dar tiempo al nuevo ministro del Interior para que demuestre que tiene la voluntad de luchar contra el voto comprado.

En su última declaración durante el traspaso del cargo a su sucesor, Atanas Ilkov, el ministro del Interior saliente, Kalin Stoyanov, negó haber cometido ninguna maquinación durante la votación del 9 de junio de este año y aseguró que siempre había sido un ministro del Interior para los ciudadanos búlgaros y que siempre había estado a su lado cuando lo necesitaban.

"El gabinete interino tiene grandes poderes, casi los mismos que un gabinete regular, especialmente en condiciones de crisis", recuerda el politólogo Gueorgui Kiriakov. "Los gabinetes interinos deben actuar como los normales, pero sin inclinar la balanza hacia un lado u otro a favor de alguna entidad política o líder, como está ocurriendo ahora con Kalin Stoyanov".

El verdadero problema de la realidad política de Bulgaria en este momento es la falta de un objetivo hacia el que queramos avanzar, así como la fijación en personalidades concretas en torno a las cuales gira la conversación política, pero que no la agotan, declaró a BNR la analista política Mila Moshelova.

El matemático y antiguo miembro de la Junta Electoral Central, Mijail Konstantinov, hizo otro llamamiento a los políticos:

“Los políticos tienen un deber hacia el pueblo búlgaro. Hago un llamamiento a nuestros políticos para que expliquen al pueblo qué piensan hacer, aunque tengan que arrodillarse ante su pueblo. Esto no puede seguir así. Con su indignante comportamiento, los políticos están alejando a los búlgaros de las elecciones. Todos los búlgaros deberíamos tomarnos las cosas en serio y poner orden en nuestra casa”.

Si los tomarán en serio y si hay algo más allá de los enfrentamientos y las acusaciones entre los distintos partidos se verá en la campaña, que empezará dentro de un mes. Pero el votante, quizá, saque algún provecho de la divergencia observada.

“La oportunidad que tenemos es observar la profundidad de estas dependencias y los posicionamientos que se permitirán hacer los partidos políticos, está convencida Mila Moshelova.”

Autor: Yoan Kolev

Traducido y publicado: Borislav Todorov