Los agentes de aduanas incautaron la cantidad récord de 120 kg de oro en el puesto de control de Capitán Andreevo, en la frontera con Turquía. Se confiscaron lingotes de oro, monedas y joyas. El conductor, de nacionalidad búlgara, ha sido detenido y acusado. Viajaba con otro hombre, de doble nacionalidad búlgara y turca. El valor de los objetos de oro supera los 10 millones de leva. El canal de contrabando ha estado activo durante varios meses, según Atanas Ilkov, ministro del Interior. "Lo más probable es que el metal precioso que se transporta a Turquía sea devuelto por el mismo canal a Europa, ya convertido en productos que se ofrecen en el mercado europeo", añadió. El escondite en el que se ocultaban los objetos de oro estaba muy bien disimulado en el vehículo, y los investigadores tardaron horas en descubrirlo.