En las crónicas populares que datan de la época después de la Liberación de Bulgaria, el arzobispo metropolitano Clemente de Tarnovo es conocido como Vasil Drumev, un insigne letrado y personalidad pública, que llevaba una vida espiritual en conformidad con los dogmas del cristianismo. Para los lingüistas él está entre los más fervorosos defensores de la pureza del idioma búlgaro y para el clero búlgaro, es un referente de la fe ortodoxa. Sus obras, tanto en la vida mundana como en la espiritual, hablan de una manera elocuente de la misión que cumplió en servicio a Dios y a la patria.

Entre el patrimonio escrito que nos legó está el trabajo científico Las leyes greco romanas de crímenes contra la fe y la iglesia en época de Bizancio, gracias al cual obtuvo el título científico de “candidato de teología” en la Academia de Teología de Kiev en 1869. Es el primer estudio sobre el tema escrito por un autor búlgaro, señala el hieromonje Gabriel del Monasterio de Zograf en el prefacio del trabajo científico editado en búlgaro de Vasil Drumev-el metropolitano Clemente de Tarnovo.

“Imagínense una figura renacentista tan famosa. Defendió en ruso su trabajo científico y este quedó accesible en idioma ruso en una publicación de la Academia de Ciencias de Bulgaria, lo cual es inconveniente para las personas que desean conocerlo”, señala el hieromonje Gabriel en una entrevista especial para Radio Bulgaria. Es más, el trabajo es fundamental para la vida del metropolitano ya que muestra cómo comenzaron a formarse sus ideas que son permanentes y tradicionales para toda su vida. Él no cambió sus ideas por los ánimos de la sociedad, como lo hicieron algunos políticos y personalidades de la vida pública que aquel entonces, no buscaba la comodidad bajo ninguna forma. Todo lo contrario, por estas ideas, defendiendo la fe de sus compatriotas, él resultó perjudicado y fue condenado a un exilio eterno”. 

En su sermón pronunciado el 14 de febrero de 1893, el metropolitano Clemente condenó a las personas que se dejaron seducir por riquezas y por un alto reconocimiento y se negaron de la fe de sus ancestros. “En aquel entonces, de una manera inexplicable para nosotros, bajo la noción de “ortodoxia” se sobreentendía Rusia”, señala el hieromonje Gabriel y recuerda que los contemporáneos de Clemente de Tranovo le calificaban como un fervoroso rusófilo. En su vida no hay datos de haber servido a intereses extranjeros”. 

 “No tenemos el derecho a ponerle una persona de esta talla etiquetas que eran buenas durante el socialismo y hoy ya son malas”, subraya el monje del monasterio de Zograf y agrega que “la mejor etiqueta es el hálito de la santidad y de Cristo. “Los santos no tienen ciudadanía, ellos son moradores del cielo y creo que el metropolitano Clemente también es un morador del cielo”, explica el hieromonje Gabriel y agrega que esta es la causa por la cual le interesa tanto este trabajo científico en el cual hay principios que el metropolitano Clemente defendió durante toda su vida. 

“Se notan tres direcciones típicas para su modo de pensar, para su conciencia y para su vida, señala el monje. Se trata de intereses en la vida pública que están vinculados con la historia, con la teología y el derecho. Después de la liberación los ciudadanos de Ruse lo eligieron diputado como una expresión de su reconocimiento y de esta manera él entró en la política. Hay algo muy importante: formó parte de la comisión que tenía que elaborar la ley orgánica. Era presidente de esta comisión lo cual es indicativo para la enorme autoridad que tenía entre todos los diputados. El hecho de que ocupó el cargo de primer ministro en el gobierno provisional para apaciguar los ánimos entre dos bandos que tenían conflicto en aquel momento los liberales y los conservadores, indica que todos tenían una enorme confianza en él. Sí, lo designó el príncipe Battemberg, pero todos los aceptaron como primer ministro”. 

A pesar de que conocían muy bien su honestidad y profundo respeto a los principios, los liberales le acusaron de múltiples infamias. A la pregunta del metropolitano Clemente de por qué lo hacían, a pesar de que sabían que no había abusado de nada, el presidente de la Asamblea Nacional le respondió con ironía que “él tenía que abandonar el cargo para que lo ocupara otra persona”. En palabras del hieromonje Gabriel, hoy en día nada ha cambiado y por esto los principios que Clemente de Tarnovo seguía en su vida deben ser conocidos. 

“Dios guía a cada pueblo y cuando el pueblo no desiste de Dios vive en plenitud tanto en su vida espiritual como en lo material. Lo que vivimos hoy se debe al hecho de que hemos desistido de Dios y nos hemos alejado del Creador y solamente la verdadera libertad de Cristo de la cual habla Vasil Drumev es la libertad que debemos perseguir. Debemos buscar esta libertad y no ser esclavos de las pasiones. A pesar de que vivió en tiempos tumultuosos a finales del siglo XIX, la época de la liberación de Bulgaria del yugo Otomano, época de nuevas ideas, se ve que concibió estas ideas y las examinó desde el punto de vista del cristianismo que le acompañó durante toda su vida”. 

Fotos: BNR-Archivo, BTA, Agencia Estatal Archivos, impressio.dir.bg, bg.wikipedia.org

Traducido y publicado por Hristina Táseva