Se cumplen 131 años desde el nacimiento del zar Boris III que quedó en la memoria de los búlgaros con el calificativo que le dio el pueblo: el zar unificador. Boris de Sajonia-Coburgo-Gotha ocupó el trono después de la abdicación del zar Fernando tras la derrota del país en la Primera Guerra Mundial. El joven monarca fue coronado el 3 de octubre de 1918 vistiendo un uniforme militar y asumió el gobierno de Bulgaria en el sumamente difícil e impredecible periodo entre las dos guerras mundiales. Con su decreto suyo del 25 de enero de 1935, mediante el cual la radiodifusión en Bulgaria pasó a ser propiedad estatal, fueron echados los cimientos de la radio pública en Bulgaria.
Una de las grabaciones que se conserva en el Fondo Sonoro de BNR guarda un mensaje del zar Boris II a los diputados con motivo de uno de los más importantes éxitos diplomáticos durante su gobierno: la reincorporación pacífica de Dobrudzha del Sur en las fronteras del Reino de Bulgaria.
“¡Señores diputados! Constato con gran satisfacción que la política exterior que desarrollamos hasta ahora ha dado buenos resultados. El 7 de septiembre de 1940 los gobiernos de Bulgaria y Rumanía firmaron en Craiova un Tratado en virtud del cual el sur de Dobrudzha ha sido reincorporado en las fronteras de Bulgaria”.
El triunfo de la justicia y la reincorporación de los territorios cedidos a Rumanía en virtud del Tratado de Paz de Bucarest firmado el 28 de julio de 1913 hoy suenan de una manera inverosímil: “Parece que existían circunstancias aceptables para ambos lados para llegar a esta firma, sin que se produjera un tipo de conflicto”, supone su hijo Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha en una entrevista especial para BNR de finales de 2024.
El reinado del zar Boris III es objeto de muchas valoraciones. Hoy solamente los hijos de Boris III el sucesor del trono Simeón II y la princesa María Luisa pueden decir cómo era el zar como jefe de Estado y persona común y corriente. Sin embargo, los dos dan entrevistas en pocas ocasiones y por esto es un gran honor que el ex primer ministro de Bulgaria (2001-2005) conversa con BNR en un intento de analizar el gobierno del zar Boris III desde el punto de vista actual. A pesar de que en entrevistas anteriores Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha se ha abstenido de dar valoraciones sobre personalidades o procesos en Bulgaria, en esta entrevista él toma en consideración las declaraciones de su padre ante el periódico Times del 20 de enero de 1941 quien dijo: “mis ministros son anglófilos, mis generales, germanófilos, mi pueblo es rusófilo, solamente yo soy bulgarófilo”, para recordar que para Bulgaria es importante perseguir ante todo sus intereses nacionales.
“Hace 150 años hubo rusófilos y rusófobos. ¿No es hora de pensar un poco de una manera más racional y tranquila qué es más importante: ser bulgarófilos u otra cosa? No debemos ser obligatoriamente “esto” o “esto” ya que así la sociedad se divide y las consecuencias no son buenas”, señala Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha con la sabiduría de sus 87 años.
Su Majestad levanta el telón sobre la vida privada del zar unificador y las relaciones que tenía con su familia.
Entre los momentos favoritos para Simeón y su hermana estaban las excursiones que hacían con su padre:
“Con él íbamos a las montañas y siempre lleva una pequeña pala, con la cual sacaba atentamente plantas para plantaras en el parque del palacio Vrana o en otra parte. Siempre nos explicaba qué iba a hacer y por qué iba a hacerlo. En la última excursión con él, en verano de 1943, subimos en la cumbre de Murgash (el pico más alto en la porción occidental de la Cordillera de los Balcanes) donde comenzó a indicarnos las direcciones en las cuales se encontraban distintos lugares”.
El zar Boris III murió inesperadamente de infarto el 28 de agosto de 1943, poco después d haber regresado de una reunión con Hitler, en la cual se negó a entregarle los judíos búlgaros y enviar tropas contra la Unión Soviética. Lo sucedió en el trono su hijo Simeón II y hasta el establecimiento del régimen republicano en Bulgaria gobernaba de su nombre un Consejo de Regentes durante tres años. Para un niño la muerte es una noción muy abstracta, pero a pesar de esto Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha guarda el recuerdo de su última despedida con su padre en el templo catedralicio San Alejandro Nievski en Sofía.
“No voy a olvidar que su mano y su frente estaban helados cuando los besé. Hasta hoy en día evito los funerales donde están exhibidos los cadáveres ya que guardo el horroroso sentimiento que concibo como algo que no puedo controlar. Tal vez es así por mi edad”.
El zar Boris III es el único estadista y político búlgaro que desde niño y durante toda su vida consciente hasta su subida al trono se estaba preparando para ser jefe de Estado. Asumió la responsabilidad de gobernar a los 24 años de edad.
Estuvo al frente del estado durante 25 años y logró restablecer el país después de la derrota en dos guerras decisivas e un ideal nacional derrotado. Él siempre trataba de dominar los conflictos sociales sin violencia. En la medida en que se lo permitía la situación internacional siempre era el soberano que defendía la paz interna y externa del país. En la memoria colectiva de los búlgaros sigue siendo el zar del pueblo. Así cumplió la promesa que, según dicen, dio a su madre la princesa María Luisa antes de que ella muriera.
Fotos: kingsimeon.bg, facebook.com/SimeonSaxecoburggotha, bulgarianhistory.org, archivo
Traducido y publicado por Hristina Táseva
Con actos conmemorativos en Sofía y en Ruse, con la participación del ministerio de Exteriores, la administración pública, investigadores académicos, ciudadanos y organizaciones judías, Bulgaria se suma a la celebración del Día Internacional en..
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el distrito de Kaleto, en la ciudad de Lom, a orillas del Danubio, han sacado a la luz restos de estructuras defensivas romanas que datan del siglo I d.C. Las excavaciones, dirigidas por el Dr. Vladislav..
Еl día de san Atanasio, denominado también en el calendario popular “en medio del invierno”, es una fiesta en que la iglesia ortodoxa y las tradiciones folclóricas rinden homenaje a san Atanasio el Grande, un arzobispo de Alejandría y luchador contra..