Cada año, el 14 de febrero, el amor florece con más fuerza. El Día de San Valentín está cada vez más arraigado en Bulgaria como una festividad que inspira a los enamorados a compartir hermosos momentos. Ya es tradición el intercambio de tarjetas de regalo con un mensaje especial, y por supuesto, los regalos y gestos románticos como símbolo del amor y el afecto en la pareja. Tanto si se trata de un amor joven como si es un amor ya consolidado a lo largo de los años, no hay mejor regalo que un viaje compartido a un lugar bello e inspirador.
Para las parejas que buscan el romanticismo del mar, una opción muy acertada son las antiguas ciudades de Nesebar y Sozopol, que en invierno ofrecen paz y tranquilidad, con sus calles empedradas, sus vistas al mar y sus pequeños restaurantes, perfectos para cenas con velas, acompañadas de un vino aromático.
Para los que prefieran la tranquilidad de las montañas, Bozhentsi es la opción ideal, con su ambiente renacentista y sus tranquilas casas de huéspedes. Y, para quienes busquen unas vacaciones de relax total, no hay lugar mejor que la capital del SPA - la ciudad de Velingrad -, o las piscinas de agua mineral caliente de Sapareva Banya.
Hay además otro particular lugar en Bulgaria que atrae a los enamorados, y que se ha covertido también en un símbolo del amor. Es el ya famoso "Banco de los enamorados", en Dryanovo: un lugar escondido donde celebrar los sentimientos compartidos, en medio de la naturaleza".
Autor: Veneta Nikolova
Versión en español: Alena Markova
Fotos: destinationdryanovo.com
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