El 19 de marzo de este año, un disparo de un tanque israelí contra un edificio de la ONU en Deir al-Balah, en la Franja de Gaza, causó la muerte del ciudadano búlgaro Marin Marinov, según un comunicado del portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric. Según afirma, en el tiroteo resultaron gravemente heridos seis empleados de la organización mundial de Macedonia del Norte, Moldavia, Francia, Gran Bretaña y Palestina.

Según Stéphane Dujarric, las partes en conflicto sabían que el edificio dañado estaba siendo utilizado por personal de la ONU en Gaza y que estaban obligadas a garantizar la absoluta inviolabilidad de las instalaciones de la ONU según el derecho internacional.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió una investigación completa, exhaustiva e independiente sobre el incidente, dijo su portavoz. "Debido a la muerte del ciudadano búlgaro y de otros miembros del personal de la ONU en Gaza en los últimos días, así como al bloqueo israelí de la ayuda humanitaria a Gaza, Guterres ha tomado la difícil decisión de reducir la presencia de la ONU en la Franja", añadió Stéphane Dujarric.

"La investigación inicial no estableció ninguna conexión con las actividades de las Fuerzas de Defensa de Israel, pero la ONU se apresura a publicar otra acusación infundada contra Israel", afirmó el embajador de Israel en Bulgaria, Yosef Levi Sfari. Se sabe que el equipo de la ONU que realiza la investigación aún no ha llegado al lugar.