La última obra de azúcar de María Ozturk es una maqueta de la basílica san pedro en Roma y esto nos ha provocado a conversar con nuestra compatriota precisamente en los días festivos. Ella lleva varios años viviendo entre Bulgaria y Estambul y no deja de difundir la fama de Bulgaria por todo el mundo como participante y miembro de jurados en prestigiosos concursos dedicados a la decoración de tartas con azúcar. En estos eventos conoce e intercambia experiencia con un gran número de artistas del mundo entero, establece valiosos contactos y amistades que le inspiran. 

 “Lo que me inspiró para hacer todos los edificios de azúcar hasta el momento, incluida la basílica de san Pedro en el Vaticano, que es uno de los lugares más visitados por los turistas, son las participaciones en cooperaciones internacionales entre artistas de distintos países que trabajan con azúcar. Me siento muy feliz ya que con frecuencia me invitan a participar en eventos de este tipo. La organizadora del último evento de este tipo es mi colega de Italia Katia Guida. Ella había elegido el tema Roma, una ciudad antigua, que atesora un enorme número de lugares históricos y arquitectura. Me siento muy tentada por los edificios de azúcar y ya he hecho la iglesia búlgara san Esteban y mi iglesia favorita santa Sofía en Estambul. La basílica san Pedro en la ciudad eterna es mi último proyecto que ya está listo”. 

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La iglesa búlgara san Esteban

La familia de María es rica en religiones, su esposo confiesa el islam, pero todos juntos celebran tanto las fiestas cristianas como las musulmanas. Su hijo Atila también respeta las fiestas por igual. María está convencida de que el puente entre las religiones, el conocimiento de una religión ajena puede hacernos más ricos y disminuir la separación, al menos por causas religiosas, lo que es muy importante en los tiempos difíciles en los cuales vivimos. 

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La creación de la maqueta de la catedral san Pero, en vísperas de la Pascua de Resurrección que este año los católicos y los ortodoxos celebran en la misma fecha, el 20 de abril, probablemente no es casual y lleva un importante mensaje: 

“Independientemente de si celebramos juntos o no lo importante es que seamos humildes y buenos. En estos tiempos repletos de retos políticos, financieros y religiosos debemos ser humildes. El ayuno y la fiesta de la Resurrección nos recuerdan precisamente esto. Cuando nuestras almas están en calma esto influye en las acciones, las palabras y las relaciones con las personas.

María es participante y juez en competiciones internacionales y es organizadora de un evento en Bulgaria en el cual compiten artistas que trabajan con azúcar de distintos países. Su nombre es Mi Bulgaria y el evento ha visitado las ciudades de Zlatograd, Momchilovtsi y otros rincones de Bulgaria. La edición de este año tendrá lugar en su ciudad natal Gabrovo. 

El Ayuntamiento de la Ciudad de la Broma, como se le conoce a Gabrovo, envió una invitación a María Ozturk a organizar un “festival de azúcar” con motivo del aniversario de la ciudad.  

“Incluso la pandemia no logró frenarnos y desde su fundación hace 9 años hasta ahora cada año aparte de una presentación virtual organizamos una exposición real. Este año el tema es 165 aniversario de la fundación de Gabrovo. Serán expuestos proyectos muy interesantes de decoradores premiados y destacados que trabajan con azúcar. Habrá edificios, incluiremos algo del humor de Gabrovo, así como figuras de ciudadanos emblemáticos. Será muy interesante la muestra que será parte de un festival del arte de azúcar. Comenzará el 3 de julio con talleres y con la segunda edición de la asamblea del azúcar para niños Mi Bulgaria, el 4 de julio tendrá lugar la inauguración de la exposición y el 5 de julio tendrá lugar el gala en la cual los finalistas de la competición en línea Cake Art Bulgaria serán premiados en una atmósfera solemne y festiva”, dice la maestra del arte de azúcar María Ozturk.  

Traducido y publicado por Hristina Táseva