Un mes después de que Bulgaria reciba luz verde para unirse a la eurozona, todos los comerciantes están obligados a anunciar los precios en levas y euros. Es lo que ha explicado en una entrevista para Radio Nacional de Bulgaria el viceministro de Economía, Nikolay Pavlov. Él subrayó que la conversión de los precios debe realizarse según el tipo de cambio oficial fijo: 1,95583 levas por euro. Los precios deben estar claramente indicados en las etiquetas y no se debe dar preferencia a una moneda sobre otra.

La fecha objetivo para la introducción de la moneda europea común es el 1 de enero de 2026, y la expectativa es que en el verano haya claridad sobre si esto sucederá. La designación en ambas monedas deberá continuar durante 12 meses después de la introducción del euro en el país. "La introducción del euro en sí no puede conducir a la inflación", enfatizó Pavlov.