En el año 2025 el emblemático edificio de BNR en la calle Dragan Tsankov 4 celebra un aniversario: 55 años desde que fue dada la primera paletada para su construcción. El 17 de agosto de 1970 comenzó la construcción de este edificio único en género, obra del famoso arquitecto Gueorgui Stoilov, entonces alcalde de Sofía. Aparte de Stoilov desempeñó un papel importante en el proyecto su joven colega Dimitar Andreychin.   

El objetivo era diseñar una arquitectura moderna y fue logrado: el resultado es el primero en Bulgaria y no solo en el país edificio que tiene la forma de una pirámide invertida, en la cual cada piso es mayor y más espacioso que el de bajo.

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A pesar de que el proyecto era bastante vanguardista fue aprobado rápidamente por el Comité Central del Partido Comunista Búlgaro. “El Comité Central nos dijo, no nos importa, no nos ayuda y no nos estorba, los arquitectos pueden hacer lo que quieran”, cuenta en una entrevista pocos años antes de abandonar este mundo el arquitecto Gueorgui Stoilov. 

Stoilov es autor de varios edificios emblemáticos como el Monumento en Buzludzha, el monumento en el paso de montaña Beklemeto, el hotel Rila y muchos otros tanto en Bulgaria como en el extranjero. 

Sus obras no están olvidadas. Una prueba de ello es el interés que mostró un numeroso grupo de Países Bajos, integrado por profesores y estudiantes que llegaron a Sofía especialmente para ver el edificio de BNR. 

“El aspecto del edificio es muy impresionante ya que tiene la forma de una pirámide invertida, dice Piter Alheshman profesor en la Academia de Arquitectura en Arnhem. Esto es algo que nos interesa muchísimo. Además, el arquitecto Gueorgui Stoilov es muy famoso. Conocemos su obra maestra, el llamado plato volante en Buzludzha pero lamentablemente no pudimos visitarlo. No tenemos edificios de este tipo y por esto realizamos los viajes con los estudiantes para mostrarles algo que es diferente, que no es holandés, para que puedan aprovechar el diseño de otras culturas. Creo que Bulgaria es un país magnífico que está en una encrucijada entre tantas influencias y culturas diferentes. Incluso ahora, sobre el telón de fondo de lo que sucede en la vida política, suceden otras en la arquitectura y esto es interesante para nosotros”. 

Precisamente la variedad y la riqueza de estilos e influencias arquitectónicas es del interés no solo del profesor que trajo a sus estudiantes, sino para ellos mismos. 

“Nos interés más el choque entre Este y Occidente. Podemos ver tanto la cultura osmanlí, como la arquitectura más moderna. Del periodo socialista y comunista hay muchos edificios. Es algo que no tenemos en Europa occidental. La arquitectura brutalista y el modernismo son muy interesantes para nosotros”, dice Iorik, uno de los futuros arquitectos. 

En lo que se refiere al edifico emblemático de BNR Iorik no conoce bien su historia, pero comparte sus impresiones en lo que se refiere a la arquitectura. 

“Es interesante ver que hay mucho espacio para las personas y su forma que ofrece más espacio ya que la base no es muy grande. Además, es muy agradable gozar de la acústica en las salas”. 

“Es interesante ver que hay mucho espacio para las personas y su forma que ofrece más espacio ya que la base no es muy grande. Además, es muy agradable gozar de la acústica en las salas”.

Boryana Kondeva es una arquitecta búlgara que trabaja en la ciudad de Arnem en países bajos con uno de los profesores y es parte del grupo. Ella es su guía que los lleva por los lugares de interés arquitectónico en Bulgaria.

“Sin duda lo que les interesa es la atmosfera, el mundo que habitábamos, ya que ellos están muy lejos de todo esto. Para ellos esto es algo que vale la pena analizar y estudiar, incluso como una idea”, dice la arquitecta Boryana Kondeva. 

Clásico o moderno, brillante o desconchado, a veces banal, debemos valorar el medio en que vivimos y trabajamos, sin olvidar que lo hacen también los extranjeros. 

Redactor: Iván Guerov  

Traducido y publicado por Hristina Táseva 

Fotos: Iván Guerov, arquitecto Dimitar Andreychin, BTA