"He presentado mi solicitud de renuncia al cargo de presidenta de la Asamblea Nacional", anunció la presidenta del Parlamento, Natalia Kiselova, tras la apertura de la sesión plenaria del 29 de octubre.

"En los últimos días se ha dicho que en política nadie le debe nada a nadie. Al contrario, sí que se lo debemos: a los ciudadanos que nos votaron hace un año, y a los que no acudieron a ejercer su derecho al voto", afirmó. «Durante los últimos cinco años, la crisis política no ha remitido; carecemos de la capacidad para el respeto mutuo, para el consenso y para la formación de coaliciones", señaló Kiselova. Como diputada y miembro del grupo parlamentario del Partido Socialista Búlgaro-Izquierda Unida (BSP-Izquierda Unida), hemos demostrado que en momentos críticos para el Estado podemos ser responsables y estar a la altura de las circunstancias históricas”, declaró.

“Hoy presento mi renuncia y, de esta manera, demuestro cómo se debe actuar con sentido del deber y responsabilidad hacia la práctica parlamentaria en el marco de la gobernanza compartida”, afirmó Kiselova. Señaló que el reglamento parlamentario prevé cómo actuar en estos casos y que el vicepresidente del grupo parlamentario mayoritario dirige a los diputados hasta la elección de un nuevo presidente. “Ha sido un honor para mí”, concluyó Kiselova, quien fue despedida entre aplausos. La vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Raya Nazaryan, del partido GERB-CDC, presidió la sesión.

Al mediodía Raya Nazaryan, nominada por el grupo parlamentario GERB-CDC, fue elegida Presidenta de la 51ª Asamblea Nacional. Recibió el apoyo de 129 diputados, 77 votaron en contra y 14 se abstuvieron.

Según el reglamento parlamentario, la propuesta de destitución anticipada del presidente se somete a votación en la primera sesión posterior a su presentación. Se celebran nuevas elecciones dentro de los 14 días siguientes a la aprobación de la decisión.

Redactor Ivo Ivanov 

Traducido y publicado por Vladislav Púnchev 

Fotos: BTA