Durante su visita a Atenas estos últimos días, el ministro búlgaro de Asuntos Exteriores  Daniel Mitov calificó la interconexión de los sistemas de transportación de gas de Grecia y Bulgaria de “elemento más importante de la futura unión energética europea” y señaló a Grecia  como socio clave  de Bulgaria en la diversificación de las fuentes de energía. De su interconexión gasística con Grecia Bulgaria espera  poder recibir  combustible azul del futuro corredor gasístico meridional que enlazará la UE con  los  yacimientos en la zona del Caspio. A pesar del prolongado diálogo bilateral en torno a este enlace gasístico, muchos asuntos técnicos del proyecto e incluso el de la capacidad de la interconexión no han sido precisados aún y esto no permite la firma de un acuerdo definitivo para acometer las obras de construcción de esta instalación. Obviamente el objetivo principal de la cooperación bilateral a esta etapa deberá ser  sacar  al proyecto de su estado de estancamiento. Si por  diversificación de las fuentes de gas natural los  políticos búlgaros  suelen entender la superación de la actual dependencia , de casi  al cien por ciento, de los suministros de gas ruso, es evidente que  los griegos no tienen  tal causa. Por esta razón el vecino país a Bulgaria  está interesado en  la instalación de una tubería  en su territorio, desde la frontera con Turquía, por la cual pueda recibir  gas natural de Rusia. Recientemente los EE.UU. enviaron a  Atenas un emisario especial del Departamento norteamericano de Estado, con el fin de disuadir a los griegos de su idea  para el tránsito por su territorio del gas ruso rumbo a  Europa. La misión , sin embargo, fracasó. Las distinciones en  las posiciones con respecto a los suministros rusos  no dificultarán , evidentemente, la cooperación  entre Bulgaria y Grecia. El ministro heleno de Asuntos Exteriores Nikos Kotzias destacó  en sus contactos con su homólogo búlgaro  que “el mundo está cambiando y, con ello, cambian las fuentes  de energía”. Los EE.UU.  poseen el gas natural más barato, hay yacimientos de gas muy cuantiosos en Egipto y en el Kurdistán iraquí, el fin del embargo contra Irán posibilitará  los suministros de gas también  desde ese país y así habrá una seguridad basada en la competitividad. El ministro griego realmente tiene razón porque, venga de donde venga ,el gas tiene el mismo olor, y lo que es  más importante reside en los precios de los suministros y su regularidad.