En la Pinacoteca Nacional de Sofía se puede ver la exposición “Los pioneros de la fotografía búlgara: Los Karastoyanov”. Se exhiben en la muestra más de 300 fotos de esta familia renacentista que fue dejando testimonios gráficos de la historia de Bulgaria durante un siglo. Los organizadores básicos de este proyecto son Robert y Nelly Gibson, la Agencia Estatal de Archivos, la Biblioteca Nacional y el Instituto de historia de la Academia de Ciencias de Bulgaria.
Ivo Jadzhimishev, curador de la muestra explica por qué ésta ha sido dedicada a la familia Karastoyanov: Efectivamente, esta precisión resulta indispensable. Pese a que Bulgaria vivía en otro sistema social antes de la guerra ruso-turca de 1877 a 1878, la fotografía iba penetrando en las grandes ciudades. Si comparamos las fotos más tempranas de la exposición con las muestras óptimas de la fotografía norteamericana, británica y francesa de la época, comprobamos que las imágenes captadas en Bulgaria no ceden ni un ápice a ésta. La diferencia reside en lo que se ha memorizado. En la familia Karastoyanov, defensores y paladines de la libertad de Bulgaria ., fue Anastás quien descubrió la fotografía gracias a un compatriota, mayordomo en el palacio del príncipe Obrenovich. En aquel palacio se creó un taller fotográfico por el que transitaron todas las personalidades más preclaras de Bulgaria: Levski, Rakovski, personalidades ambas vinculadas con los intentos de Bulgaria de lograr sola su liberación y convertirse en un Estado autónomo e independiente. Las figuras principales del Renacimiento búlgaro llegaron así a posar ante los objetivos y cámaras de los Karastoyanov y es esto lo que los distingue.
¿Es la fotografía una elección hecha conscientemente o bien un destino para esta familia?
Es destino para el primer miembro de esta familia, Anastás. El era hijo de Nikola Karastoyanov, de Samokov, uno de los primeros editores de libros en Bulgaria. Eran una familia de trabajadores de imprenta y grabadores. Muchos de los primeros libros búlgaros fueron impresos en su imprenta. El padre envió al joven Anastás a Belgrado para comprar un nuevo juego de caracteres. El cargamento, preparado para su retorno a Samokov fue desperdigado porque en la plaza de la ciudad hubo un motín contra la guarnición militar turca. Fue entonces cuando Anastás llamó la atención de ese compatriota, mayordomo en el palacio, quien lo introdujo en los secretos de la fotografía. Como fabricante de estampas tenía sus aciertos con respecto a la imagen y la composición, algo que le ayudó a adquirir con rapidez habilidades en la fotografía.
¿Cuál es la contribución de los Karastoyanov a la hora de dejar testimonios gráficos de los acontecimientos históricos?
Los estudiosos de la fotografía coinciden en reconocer que fue Atastás quien hizo las primeras fotos de reportaje en los Balcanes. Él sacó el aparato del estudio y lo instaló en la plaza para tomar fotos de una concentración conmemorativa del cincuentenario del primer levantamiento anti otomano serbio. Su foto subsiguiente fue la que hizo de la fortaleza de Belgrado. Habituados a nuestras cámaras digitales modernas no somos capaces de sentir el ambiente de la fotografía allá en el año 1862. Al comenzar la guerra ruso-turca, Atastás y su hijo Iván fueron dando cobertura gráfica a las hostilidades. Lamentablemente, no consta ninguna imagen de aquellas placas de cristal, ya que durante la II Guerra Mundial, cuando se produjeron los bombardeos anglo-norteamericanos sobre Sofía, una bomba cayó sobre el taller fotográfico de Iván y todo el archivo fue destruido.
¿Cuál es el mérito de Boncho, otro de la familia Karastoyanov en el desarrollo de la cinematografía?
Los Karastoyanov eran personas ilustradas. Habían cursado estudios en los centros docentes más avanzados para la época, en Alemania y Francia. Tanto Boncho como Bozhidar eran hábiles también en el manejo de una cámara cinematográfica. Con mucha frecuencia, en los años 40 del siglo XX fueron rodando acontecimientos importantes, entre éstos la incorporación a Bulgaria de la porción meridional de la región de Dobrudzha. Hay fotogramas y secuencias cinematográficas que se guardan en la Cinemateca Nacional. Boncho participó en varios intentos por rodar películas de argumento en Bulgaria, a finales de los años 30 del siglo pasado. También trabajó en cintas documentales. Actuó de camarógrafo en el rodaje de los primeros largometrajes, después del año 1944, de la Cinematografía Estatal. Gracias a sus conocimientos se desempeñó como profesor en una escuela en que se formaban cuadros cinematográficos de nivel medio. Fue uno de los pioneros de la cinematografía búlgara. En fin, los Karastoyanov son una familia que ha tenido una enorme contribución a la creación, durante más de cien años, de la memoria histórica visual de Bulgaria.
¿Cómo fue la trayectoria vital de Bozhidar, el “fotógrafo artista”, el único que hizo fotos en Asís de las bodas del zar Boris III y la reina Juana?
Él tuvo un destino sumamente interesante. Después del 9 de septiembre de 1944, cuando su hermano Boncho iba rodando los largometrajes búlgaros “Bajo el yugo” y “Sé feliz, Ana”, Bozhidar tuvo que abandonar Sofía como castigo, infligido por el nuevo régimen. La causa fue que antes y durante la II Guerra Mundial, la Agencia Búlgara de Noticias, BTA, no había tenido su departamento de reporteros gráficos. Cuando Bulgaria se incorporó al Pacto Roma-Berlín-Tokio, la propaganda militar alemana tenía necesidad de mostrar los éxitos. Desde la agencia informativa del Tercer Reich fueron enviando placas especiales a Bozhidar quien tenía que procesarlas en el laboratorio que él tenía para la prensa búlgara.
Ivo Jadzhimishev ha agregado que Bozhidar tiene una bisnieta que se ha decantado por seguir el camino de sus antepasados y, en el marco del proyecto actual, ha grabado una película documental sobre ellos.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Cortesía de Biliana Karastoyanova
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