Por noveno año consecutivo Bulgaria ocupará el primer puesto entre los países de la UE por la producción de plantas medicinales y especias. Según datos de la Eurostat en 2018 en este país se cultivaron un poco más de 71 000 toneladas de plantas aromáticas y medicinales, como también especias. Casi dos veces inferior ha sido la cosecha en Polonia, segunda en la clasificación, con sus 39 000 toneladas. No significa lo anterior que Bulgaria se haya convertido en el reino de las plantas medicinales en esta última década. Es que ya desde la Antigüedad y hasta hoy en día el aprovechamiento de las propiedades curativas y el cultivo de las valiosas plantas se han mantenido como parte indisoluble de la vida cotidiana y las tradiciones de los búlgaros, independientemente del lugar de su residencia: en el campo o en zonas urbanas. Según una arraigada creencia son las plantas recogidas en la madrugada del día de San Enio, en verano, las que tienen la mayor fuerza curativa.
Las plantas medicinales necesitan de condiciones naturales y climáticas adecuadas, habilidades especiales de las agricultores que las cultiven, acertado olfato para su comercialización y buen dominio de las sutilezas de tan delicada faena. ”Bulgaria es uno de los países más propicios en Europa para el cultivo de plantas curativas y medicinales, gracias a sus condiciones climáticas y de suelos. Disponemos de la Cordillera de los Balcanes y de los montes adyacentes, y nuestras llanuras resultan adecuadas para el cultivo agrícola de plantas medicinales”. Es el comentario que hace, entrevistado por el diario “Duma”,Metodi Stefanov, quien está cultivando en el Valle de las Rosas y en el norte de Bulgaria más de 300 hectáreas de plantaciones biológicas , entre rosas, lavanda, manzanilla azul, manzanilla romana, milenrama blanca, caléndula. melisa, pluma de príncipe.
La flora es no sólo atractiva y capaz de proporcionar les a los seres humanos y a los animales útiles una parte considerable de los víveres que necesitan para su vida.es también fuente de salud por las miles de plantas curativas que ofrece, que en Bulgaria suman unas 200 especies. Hoy, cuando los intereses y consideraciones económicos cobran protagonismo en casi todas las esferas de la vida, hay que decir que las plantas medicinales tienen sus dimensiones comerciales y económicas. Una parte considerable de ellas son silvestres , creciendo en la naturaleza pero el éxito masivo más importante lo consiguen las cultivadas en cantidades industriales a los efectos del mercado. Tales son la rosa, la lavanda, la manzanilla, las semillas de girasol, el tilo, entre otras. Importa precisar a estas alturas que casi todas las plantas medicinales en Bulgaria están siendo cultivadas en conformidad con la ecología y respetándose las normas biológicas.
Este hecho están siendo altamente valorado en los países a los que se suelen exportar las plantas búlgaras fragantes y curativas. Se exportan unas 200 plantas medicinales de 140 especies a países como Alemania-un 65%-España-un 10%-, Italia-un 5%-,Francia-un 5%- y un 15% a otros países. Este comercio pone de manifiesto que Bulgaria sigue siendo, básicamente, un país productor de materia prima pero no de productos elaborados finales a base de estas plantas. El mercado interno es pequeño y en él no se pueden conseguir los beneficios que se necesitan para crear instalaciones , entre laboratorios, destilerías y otras para el procesamiento y transformación de la plantas medicinales. Al mismo tiempo , dominan el mercado internacional varias compañías farmacéuticas y de cosméticos transnacionales, que dictan las condiciones por las que éste se rige y así el beneficio neto de quienes cultivan plantas medicinales búlgaras muy raras veces supera un 5%, porcentaje evidentemente insuficiente. En la lista de exportaciones búlgaras predominan la rosa y el aceite de rosa, la lavanda, la melisa, el tomillo, las diferentes variedades de la manzanilla, el orégano blanco, el hinojo campestre, la salvia, el hisopo.
Cuesta aventurar pronósticos sobre cómo será el porvenir del cultivo de las plantas medicinales en Bulgaria. Por un lado, el cambio climático repercutirá ineludiblemente en estos cultivos ya que estas plantas son muy sensibles. Por otra parte, el cultivo en sí es sumamente trabajoso y se hace , las más de las veces, en forma manual.
La crisis demográfica, la población que no deja de reducirse y envejecer y el déficit de mano de obra- incluso de baja cualificación-que ya cobra escalas amenazadoras plantean muchos retos ante este ramo, tradicional para este país que, para superarlo, necesita más que nunca antes, inversiones y un aumento de la productividad.
Versión en español por Mijail Mijailov
Si la crisis política continúa, los beneficios perdidos alcanzarán un umbral a partir del cual las empresas búlgaras comenzarán a perder competitividad irreversible debido a los crecientes déficits en educación, atención sanitaria, infraestructura,..
Estamos avanzando hacia la opción de no tener un presupuesto público aprobado rápidamente para 2025, dijo ante BNR Lachezar Bogdanov, economista jefe del Instituto de Economía de Mercado. Al presentar la opción alternativa del instituto para el..
En 15 años, de 2005 a 2020, el 75% de las explotaciones agrícolas del país han desaparecido. La disminución pasará de 500.000 en 2005 a 132.000 en 2020, anunció el profesor Bozhidar Ivanov, director del Instituto de Economía Agraria, en el marco de la..