A semejanza de sus colegas del mundo, los científicos búlgaros buscan soluciones diversas tanto a efectos de superar la pandemia de Covid−19 como para aliviar la convivencia con ella. Un reciente invento búlgaro es capaz de facilitar de manera sustancial parte de la labor diaria de los médicos de primera línea, ofreciéndoles un entorno laboral sano y limpio.
En el comienzo mismo de la epidemia, los científicos del Instituto de Robótica, adscrito a la Academia de Ciencias de Bulgaria, se plantearon ser de utilidad basándose en el conocimiento científico. Se les ocurrió así transformar una aspiradora autopropulsada en robot de desinfección por rayos ultravioletas. El invento se puede utilizar para aseptizar automáticamente locales hospitalarios, incluidos departamentos de coronavirus, así como guarderías, escuelas y hogares.
“Montamos el robot sobre la estructura de una aspiradora, pues teníamos que darnos prisa en medio de esta situación −dice Martín Ralchev del Instituto de Robótica− . Valiéndonos de medios tecnológicos familiares, creamos algo nuevo y útil. Desarmamos la aspiradora robot, alteramos la lógica y la velocidad de su accionamiento y agregamos sensor de barrido electrónico y luz ultravioleta. Desde luego, el robot presenta también algunas limitaciones: por ejemplo, no es capaz de bajar escaleras. Sí es capaz, en cambio, de aseptizar los recintos en las unidades de tratamiento de Covid−19 y puede pasar sin problema alguno por debajo de las camas de los pacientes y por los pasillos de los hospitales”.
El equipo incorpora elementos de la inteligencia artificial y, por medio de su componente clave, un emisor de radiación ultravioleta densa, neutraliza con éxito bacterias y superbacterias muy resistentes, hongos, esporas y virus. Los rayos ultravioletas se dirigen únicamente a los suelos de los recintos, ya que el 80% de los patógenos del coronavirus se concentra en ellos.
”El robot desinfecta sin el uso de productos químicos y desinfectantes líquidos, que son bastante caros en el mercado −señala Martín Ralchev− . Además, no contamina el medio ambiente y es inocuo para las personas asmáticas y alérgicas, al igual que para las mascotas. No hay que usar gafas protectoras ni abandonar los recintos durante el tratamiento con rayos ultravioletas, puesto que la radiación se concentra únicamente en las superficies”.
Los científicos tienen la intención de regalar el prototipo a algún centro hospitalario. Si se consigue un fabricante, el invento podrá adquirir un uso generalizado, ya que su precio es de solo unos 200 euros. El robot ha sido diseñado por cuatro integrantes del Instituto de Robótica de la Academia de Ciencias de Bulgaria, en colaboración con el Centro de Competencias QUASAR. Son ellos: Avgust Ivanov, Acad. Chavdar Rumenin, Prof, Siya Lozánova y el asistente Martín Ralchev.
Versión en español por Mijail Mijailov
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