"Para fines de año dispondremos de un prototipo de vacuna anti–Covid–19", ha anunciado a Radio Nacional de Bulgaria el Dr. Andrey Chorbanov, director del laboratorio de Inmunología Experimental del Instituto de Microbiología.

Los científicos búlgaros comenzaron el desarrollo más tarde que sus colegas de otros países para así recabar la máxima información sobre la estabilidad del virus, las mutaciones que en éste se verifican y evitar problemas teóricos.

”Lo importante para nosotros es que la vacuna sea segura pero al mismo tiempo eficaz. Bulgaria tiene largos años de experiencia en la creación de vacunas. Importa mucho que la vacuna sea capaz de ajustase a todas las exigencias actuales. Debe ser aplicable para un número máximo de grupos étnicos, sociales y de edad, de ambos sexos. Asimismo deberá haberse ensayado en personas de dolencias crónicas: autoinmunes, como también en gente con diabetes o exceso de peso”, ha precisad el  científico.

Comprobar qué eficiente es la vacuna anti–Covid–19 exige tiempo, ha enfatizado el Dr. Chorbanov y ha opinado que generar una respuesta inmune tras los ensayos del nuevo producto no significa que el mismo  pueda proteger contra el contagio por coronavirus.