Diecinueve partidos y nueve coaliciones han cursado solicitudes de participación en las elecciones parlamentarias anticipadas del próximo 11 de julio. Pese al número menor de candidatos, en comparación con los comicios anteriores en los que rivalizaron 31 partidos y 8 coaliciones, la labor de la Junta Electoral Central (JEC) de cara a los comicios del 11 de junio se verá colmada de desafíos.
Por primera vez, el voto mecánico será obligatorio para los colegios electorales a los que en los comicios anteriores acudieron más de 300 electores o bien se cursaron tal número de solicitudes. Se espera que este tipo de votación vaya a aliviar el proceso de escrutinio de los votos. Sin embargo, la JEC augura dificultades causadas por el mayor número de formularios (tres) que deberán rellenar los miembros de las comisiones electorales. La propia formación de estas personas también será dificultada por su mayor número, sobre todo en el extranjero. Esto implica multitud de errores que pueden desembocar en una cancelación de los comicios y una contestación de los resultados por parte de los sujetos políticos interesados en semejante actividad, ha precisado ante Radio Nacional de Bulgaria Velko Miloev, vicepresidente del Consejo Público, adscrito a la Junta Electoral Central. Además, ha comentado que falta claridad de quién se responsabilizará con problemas que surjan con las máquinas de votar en la jornada electoral. La logística para estos equipos en el extranjero también resulta problemática. Hasta ahora su distribución en Bulgaria había sido responsabilidad de la empresa proveedora de las máquinas, pero no está claro si esto también se aplicará para el extranjero.
Se espera que en el extranjero cuenten con máquinas de votar al menos 300 de los más de medio millar de colegios electorales. Una parte de ellas se instalarán automáticamente en los recintos en que en los comicios anteriores habrían votado como mínimo un centenar de electores, y otras se instalarán en virtud de solicitudes especiales, que los electores tendrán derecho a cursar en línea antes del 15 de junio. Velko Miloev vislumbra asimismo otro riesgo más para el desarrollo fluido del proceso electoral en el extranjero:
”Me refiero a la capacidad que el Estado pueda tener para enviar representantes suyos a un número lo suficientemente importante de colegios electorales en el extranjero. Por no hablar de los partidos políticos, que seguro que no dispondrán de capacidades para enviar representantes suyos que integren las comisiones en un número tan elevado de colegios electorales. No obstante, no se admitirá fracaso alguno, ya que para los colegios electorales con déficit de un número suficiente de miembros de las comisiones, la JEC designará tales. Sin embargo, existe la posibilidad de que se genere un margen de desconfianza en el proceso electoral”.
Uno de los rasgos distintivos de la votación en el extranjero del 4 de abril fue la elevada participación de los búlgaros expatriados. En los lugares de una comunidad búlgara más numerosa, se formaron largas colas donde se tuvo que aguardar durante horas. Se adujo como causa de ello la limitación para la apertura de no más de 35 colegios electorales en países al margen de la Unión Europea.
En virtud de las recientes enmiendas al Código Electoral esta restricción ha quedado suprimida y por esto cabe esperar que, de solicitarse previamente, se abrirán un número suficiente de colegios para evitar colas.
Según Miroslav Tódorov, quien lleva años residiendo en Múnich y participa activamente en la organización de las elecciones en el extranjero, la participación en julio probablemente sea más baja:
”Es posible que la participación vaya a ser inferior al 50% debido al hecho de que se trata de mediados del mes de julio, un período para el que numerosos búlgaros en el extranjero han hecho planes de dónde estarán, y los han hecho varios meses antes. En los comicios anteriores acudieron a las urnas en el extranjero unos 180.000 búlgaros. Si el 11 de julio participan más de 200.000, será un indicio claro para los estadistas y la sociedad búlgaros de que ya es hora de constituir una circunscripción electoral Extranjero, así como de implementar la modalidad de votar a distancia”.
La circunscripción electoral especial Extranjero reivindicada por los búlgaros expatriados ha sido incorporada en virtud de las enmiendas al Código Electoral, que, sin embargo, no regulan la metodología para el reparto de los mandatos.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BNR, BGNES y archivo personal
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