Se acerca la Navidad y, con ella, el fin de la Cuaresma de Navidad. Incluso quienes no son necesariamente creyentes, saben que la purificación a nivel físico, absteniéndose de alimentos de origen animal, conduce a la elevación espiritual.

Nuestros antepasados observaban estrictamente las diversas prohibiciones relacionadas con la comida y la bebida incluso antes de adoptar oficialmente la religión cristiana. Así, por ejemplo, dependiendo del período respectivo del ciclo del calendario, estaba prohibido comer alimentos de cierto color, algunas frutas solo se podían ingerir en fechas determinadas, etc... Incluso hoy en día, algunos clérigos ortodoxos recomiendan ayunar en ciertos casos fuera de las fechas establecidas en el calendario de la Iglesia. 

En cuanto a los días de ayuno oficiales, observar un ayuno estricto es especialmente importante. En estos días solo se puede tomar agua (y en la versión más austera del ayuno, ni siquiera agua). Uno de esos períodos es el comprendido entre el 20 y el 24 de diciembre, que finaliza con la Nochebuena, y en Navidad se rompe el ayuno y se come carne, huevos y productos lácteos.

Puede obtener más información sobre el ayuno, su significado espiritual y las prácticas tradicionales del pueblo búlgaro en el artículo “El ayuno: un enfoque diferente a lo cotidiano y lo festivo en nuestra vida” de la colección de Radio Bulgaria.