Sobre el telón de fondo de la protesta más multitudinaria en Canadá contra las restrictivas medidas antiepidémicas, que no cesa desde hace más de una semana, Sofía también ha imitado este ejemplo, junto con otros países de Europa. La concentración de protesta ha sido menos nutrida, quizás por no haber sido organizada por fuerzas políticas o bien por la falta de información en los medios informativos, pero los participantes, en cambio, no han ocultado su entusiasmo en las redes sociales: ”La Marcha de la Libertad se mantendrá hasta que logremos nuestro objetivo común, que es la revocación de las medidas restrictivas. Podemos juntos decir “No” al miedo porque donde terminan los miedos se prodúcela unión que hace la fuerza”.
La información dispar en los medios informativos desde el comienzo de la pandemia, relativa a los efectos adversos de las vacunas, sumada a la inexistencia de transparencia y lógica en las decisiones de los políticos han ido reforzando adicionalmente los recelos en dos tercios de los búlgaros, que se niegan a vacunarse. Fue esa también una de las causas para la congregación en el gélido 12 de enero, en la plaza delante del Parlamento búlgaro, de tantos manifestantes en protesta que reclamaban la revocación de los Certificados Verdes Covid.
Contrariamente a las aseveraciones de que los descontentos habrían sido simpatizantes pagados del partido Resurrección, cuya campaña electoral se había basado íntegramente en mensajes en contra de las vacunas obligatorias y los Certificados Verdes, se comprobaba en la plaza la asistencia de representantes de los círculos académicos, intelectuales, docentes de la enseñanza, padres, médicos:
“Personalmente protesto contra una división de la sociedad en personas vacunadas y no vacunadas - dice Svetlana Zhivkova, de la Academia de Ciencias de Bulgaria-. Todo tiene que tener sus límites. No se puede que alguien desde arriba te diga que eso es por tu bien e imponértelo por la fuerza. Si la gente está bien informada hará ella misma su elección. Una persona también se puede contagiar de otras luchas enfermedades. Disponemos de todas las vacunas del calendario de inmunizaciones pero quienes están imponiendo la vacunación masiva han alterado las nociones de una vacuna. De modo que nosotros no somos antivacunas”.
Svetlana Zhivkova, junto con muchos de sus colegas que saben bien cómo valorar los escritos científicos, sigue pendiente de la información sobre la pandemia y las vacunas, que difunden prestigiosas publicaciones médicas y opina tajante que a la sociedad se le oculta una buena parte de la información. Opina que se omite intencionadamente informar sobre las reacciones adversas que se producen tras la vacunación:
“Uno debe estar informado de los riesgos de los efectos secundarios, reportados en los casos de voluntarios sometidos a la inoculación de vacunas, y no aplicar una inmunización forzosa - dice Zhivkova-. Por esta razón el objetivo de las protestas apunta a la formación de un grupo operativo de médicos, virólogos, microbiólogos, inmunólogos, los cuales examinen, a través del prisma de su especialidad concreta, el sentido de la vacunación anti-Covid-19. Hay que discutir en forma honesta y franca todos los pros y contras e informar sobre su conclusión a los ciudadanos búlgaros, para que haya claridad en ambos bandos”.
Una gran parte de quienes protestan estiman que se está amordazando la opinión de los expertos. No se deja hablar a los auténticos expertos en los estudios clínicos, en vez de ellos se hace una selección de los que sirven la línea política tendente a la vacunación masiva. La falta de lógica en las afirmaciones de determinados expertos entra frecuentemente en contradicción con análisis efectuados por la Agencia de Medicamentos y Alimentos, FDA, de los EE.UU. y la Agencia Europea de Medicamentos, EMA, avisan renombrados expertos médicos en Bulgaria. Opinan contundentes que se hace premeditadamente una especulación con los casos de desenlace letal. Ya en el comienzo mismo de la epidemia un experto de primera en la esfera de la reanimación lanzó la advertencia de que en Bulgaria existía un déficit de médicos de reanimación. En este déficit reside una de las causas de un desenlace letal en pacientes en estado medianamente grave, quienes fallecen precisamente en unidades de cuidados intensivos. Todos estos hechos no escapan a la atención de la comunidad de los impugnadores de los certificados y las vacunas, independientemente de los empeños por rebajarla al nivel de una turba de gente ingenua que cree en conspiraciones.
Sobre el telón de fondo de las protestas en el mundo entero que no se apaciguan, el pensamiento crítico y la duda representan formas de despertar. Quienes protestan en Bulgaria también llaman a que la gente despierte ya.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Darina Grigorova, BGNES, bntnews.bgAtenas exige respeto a los derechos de la minoría griega en el norte del Epiro Grecia ha advertido al primer ministro de Albania, Edi Rama, que el respeto a los derechos de la minoría griega en Albania sigue siendo una condición explícita..
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