Reina Rosa, es como se suele denominar a la rosa oleaginosa que se cultiva desde tiempos inmemorables en las ciudades de Karlovo, Kazanlak, Strelcha y Perushtitsa, situadas al pie de la Cordillera de los Balcanes. En Karlovo existe desde hace más de 40 años la tradición de elegir una bella muchacha que es coronada como la Reina Rosa.

¿Pero por qué la rosa es una reina? Sin duda no es solo por el hecho de que esta es la flor más aromática y bella que crece en las tierras búlgaras. Las abundantes flores, recogidas con gran cuidado por los recolectores de rosas con el despuntar del alba, pueden cumplir el sueño de alguien de hacerse muy rico.

Era así en épocas pasadas y hoy en día también puede ser lo mismo.

Los primeros datos de la rosa se remontan a la Antigüedad, cuando en sus crónicas el historiador de la Antigua Grecia Heródoto señala que las rosas más aromáticas son las que se cultivan en las tierras tracias. Comenzó a hablarse de la rosa oleaginosa en el siglo XIII, durante la Octava Cruzada, organizada por Luis IX, cuando uno de los participantes llevó a Francia la Rosa Damascena de la ciudad de Damasco. De allí proviene su nombre: Rosa de Damasco.

Posteriormente, en el siglo XVIII la rosa fue trasladada por los turcos otomanos a los valles próximos a la Cordillera de los Balcanes en Bulgaria. Esta franja geográfica resultó ser la más ventajosa para el cultivo la rosa. Así entró en el día a día y en la industria de los búlgaros. 

Precisamente por su gran importancia la región recibió el nombre del Valle de las Rosas de Bulgaria.

• Valle con olor a rosas, lavanda y de historia milenaria
  

El más importante auge en el cultivo de las rosas y la extracción su aceite se produjo en el siglo XIX, cuando el comercio con el aceite de la rosa comenzó a desarrollarse como un negocio familiar. Este comercio era el principal sustento de 200 000 búlgaros. La causa del incremento del cultivo de las rosas era el precio tradicionalmente alto que se ofertaba en el extranjero. Aparecieron los primeros importantes comerciantes de aceite de rosa que abrieron sus representaciones en emblemáticos centros comerciales como Edirne, Estambul, Londres, Nueva York, Viena.

Unas de las personas que acumularon una riqueza envidiable de la venta de las rosas estaban los hermanos Jristo y Nikola Puliev, de la ciudad de Karlovo. En aquella época el precio del aceite de rosa era equiparable al precio del oro.

A causa de la excepcional calidad del aceite de rosa búlgaro éste sigue siendo demandado y apreciado hasta hoy en día para la elaboración de productos de alta gama en el ámbito de la perfumería y los cosméticos. El aceite de rosa búlgaro es un componente principal en unos de los perfumes más caros del mundo como Just Pink de Roberto Cavalli, 5-th Аvenue, de Elizabeth Arden, Sity Glam de Giorgio Armani, entre otros. Por ejemplo, 500 miligramos del perfume Her Majesty, de Clive Christian, cuesta 200 000 euros. Una gota del perfume contiene esencia de rosa adquirida después de la destilación de 170 flores de la rosa.

Hoy en día, a pesar de la gran importancia industrial, las plantaciones de rosas van disminuyendo considerablemente. Los cultivadores señalan que a causa de los grandes gastos para el procesamiento y el mantenimiento de las plantaciones es más rentable erradicarlas y plantar otros especies de plantas en su lugar. Un gran problema es que falta apoyo por parte del Estado para proteger este tradicional sustento búlgaro sobre el telón de fondo de la crisis económica y la galopante inflación.

Este año el precio de venta de un kilogramo de flores de rosa búlgara es de unos 1.25 euros. A título de comparación, un kilogramo de aceite de rosa oleaginosa cuesta 5000 dólares.

Se puede decir mucho sobre el aceite de rosa oleaginosa búlgaro. Es sabido que se extrae de las flores más ligeras de la rosa. Es de color amarillo verdoso y tiene un olor específico muy agradable. Contiene un gran número de sustancias beneficiosas para la salud humana, por lo cual se utiliza también como un aditivo nutritivo aromático.  De los estambres secados se produce un té aromático con efecto sedante. De los pétalos de la rosa se elabora un dulce. El lokum de rosas también es una delicia dulce con la cual los búlgaros suelen sorprender y agradar a los visitantes extranjeros.

Versión al español de Hristina Táseva

Fotos: BGNES, EPA/BGNES, archivo