Bulgaria debe negociar con Turquía la aplicación de medidas para limitar la presión migratoria a lo largo de la frontera. Así lo solicitaron los alcaldes de los municipios y pueblos fronterizos en la parte sur de la frontera entre Bulgaria y Turquía. “La presión es enorme y es de 24 horas al día y siete días a la semana. Especialmente por la noche es como una feria en el bosque”, dijo Rayko Georgiev, alcalde de la aldea fronteriza de Bogdanovo.

Según la jefa administrativa de la Fiscalía del Distrito de Burgás, Maria Markova, se observa un pico de la ola de refugiados en los últimos tres meses. En sus palabras, durante este período en la región de Burgás fueron detenidos 43 traficantes de personas.