En la mañana del 6 de septiembre de 1885 el príncipe Alejandro I de Battenberg recibía la noticia de que se había establecido control sobre la ciudad de Plovdiv y que el ejército búlgaro había detenido al gobernador de provincia Gavril Krástevich. En aquel entonces, el joven monarca se encontraba en el palacio de verano Sandrovo, en la costa del mar Negro. Inmediatamente el príncipe se puso rumbo a Varna donde desde el balcón de la antigua estación de correos anunció la Unificación del Principado de Bulgaria y Rumelia Oriental.
Una enorme multitud celebró la Unificación de una parte de los territorios búlgaros que fueron fragmentados después de la Liberación.
137 años después la capital marítima de Bulgaria recordará este memorable día mediante reconstrucciones históricas, una marcha solemne y concierto de la Orquesta de viento representativa de las Fuerzas Navales con himnos auténticos y marchas del tiempo de la Unificación.
“El 6 de septiembre el príncipe llegó galopando en un faetón y podremos ver esta escena durante la reconstrucción histórica, cuenta Lambrín Sotirov, organizador de la fiesta y creador del Museo Antigua Varna. El príncipe saldrá de la Casa Gubernamental, como se llamaba en aquellos años, y justamente en el lugar donde estaba en 1885 aparecerá son su séquito para proclamar, aprobar y reconocer la Unificación de Bulgaria. Apenas cuando esto sucede la Unificación ya es un hecho jurídico, diplomático, nacional y mundial. Es decir, Varna es la que puso el sello jurídico del príncipe sobre esta magna obra”.
Recordará la Unificación de una parte de los territorios búlgaros divididos asimismo la ciudad de Plovdiv, donde tuvieron lugar los principales eventos que condujeron al rechazo de la supremacía del sultán y a la adhesión de la provincia autónoma del Imperio Otomano al Principado de Bulgaria.
En la plaza de la Unificación, en el edificio que fue construido para servir a la Asamblea Regional de Rumelia Oriental, hoy se encuentra la exposición del Museo Regional de Historia Unificación de Bulgaria 1885 donde están exhibidas las banderas y las armas de los insurrectos y otros objetos inapreciables.
No muy lejos de allí ha sido erigido el monumento a la Unificación, una escultura de una mujer de 12 metros de altura que sostiene una corona de laurel sobre la cabeza.
Un pequeño túmulo en el centro de Sofía siempre recordará a los vecinos de la capital del príncipe que respaldó la mayor ampliación territorial afanando la Unificación nacional, llevada a cabo sin el visto bueno de las Grandes Potencias, y que un año después fue víctima de un golpe de Estado organizado por oficiales rusófilos a causa de su firme voluntad de llevar una política independiente.
Muchos patriotas búlgaros arriesgaron sus vidas en el proceso de preparar y levar a buen término la Unificación. Uno de ellos, el revolucionario y escritor Zajariy Stoyanov, anunciaba la magna obra con las palabras: “¡Hermanos! ¡Ha llegado la hora de la Unificación!”.
"Zajariy Stoyanov sentó las bases del movimiento de liberación nacional en su fase decisiva y se desempeñó como el principal cronista del Levantamiento de Abril, dice el historiador y catedrático Plamen Pavlov. Él fundó el Comité Central Revolucionario Secreto Búlgaro y tuvo un papel clave para la Unificación. Durante sus 39 años de vida desarrolló una polifacética actividad logrando una escala que incluso hoy en día es difícil de imaginar. Sin embargo, no debemos olvidar que fue atacado con muchas injurias: fue rechazado por la sociedad, calificado de antihéroe de distintas maneras. Esto tuvo un impacto asimismo en su obra”.
Entre los más vehementes defensores de la Unificación está también Stefan Stambolov, quien en su calidad de presidente de la Asamblea Nacional presionó a Alejandro I de Battenberg a legitimar este acto político. Fue él quien redactó la proclama por la que el 8 de septiembre el monarca reconoció la unificación de los dos territorios búlgaros y se declaró príncipe de Bulgaria del Norte y del Sur. Stefan Stambolov se ocupa un digno lugar entre los estadistas más importantes del siglo XIX: de joven participó en las luchas de liberación nacional, tras la Liberación entró en la política del lado del Partido Liberal, y con la coronación del príncipe Fernando se puso al frente del Gobierno, logrando un auge económico sin precedentes y orientando la política exterior hacia el Occidente.
A causa de la resolución con la cual gobernaba y al gran número de enemigos que se había ganado, fue apuñalado en el centro de Sofía en vísperas del nuevo siglo y murió de sus heridas tres días después. Ha quedado en la historia como uno de los constructores de la Bulgaria moderna.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: BGNES, rimplovdiv.wordpress.com, opoznai.bg, archivoNuestra Iglesia Ortodoxa celebra hoy el Concilio de San Arcángel Miguel, líder de las huestes celestiales y de las jerarquías angelicales incorpóreas que derrotó a las fuerzas de la oscuridad. Es una de las fiestas cristianas fijadas de otoño más..
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