La primera edición de la campaña “Embajadores Búlgaros de la Cultura” de la Radio Nacional de Bulgaria ya ha llegado a su gloriosa final. La campaña, en la que los propios oyentes nominaban a sus favoritos para el premio de “Embajadores Búlgaros de la Cultura”, se puso en marcha en 2021, pero la pandemia de Covid-19 acabó aplazando los prestigiosos premios a 2021 y 2022.
La culminación tuvo lugar el pasado 13 de diciembre, cuando se anunciaron los ganadores del premio. Los galardonados son 24 artistas destacados en el campo del arte y la cultura contemporáneos. Entre los escritores, los primeros en convertirse en “Embajadores de la Cultura” han sido Georgi Gospodinov, Zdravka Evtimova, Zahari Karabashliev y Mirela Ivanova. Entre los artistas y pintores, los galardonados fueron el prof. Gredi Assa, Altsek Mishev y Katrin Tomova. En el campo de la música, el premio fue concedido a los directores de orquesta Venecia Karamanova, Naiden Todorov y Yordan Kamdzhalov, al virtuoso del kaval Teodosii Spasov, y al pianista Lyudmil Angelov. La mayoría de los galardonados asistieron a la ceremonia en el Vestíbulo de Mármol de la Radio Nacional de Bulgaria y recibieron su placa de honor, entregada personalmente del Director de la Radio Nacional de Bulgaria, Milen Mitev, y de Nina Tsaneva, periodista del programa “Hristo Botev”.
Georgi Gospodinov dio las gracias en primer lugar a los oyentes del 2021 porque hicieron su elección antes incluso de la llegada del premio Booker y de otros premios. Según el eminente escritor búlgaro, en momentos como el de hoy el papel de la cultura y la educación será cada vez más importante. Y ambas van de la mano. Así lo expresaba el propio Georgi Gospodinov:
"En Bulgaria no hay muchos minerales, ni gas, ni petróleo. Los únicos recursos inagotables que hay son los de la cultura y el arte, y eso es lo que será cada vez más importante en un mundo como el de hoy, estoy convencido de ello, así que agradezco a los oyentes este premio".
La pintora Katrin Tomova, por su parte, describe así su agradecimiento:
“El trabajo de un pintor suele ser invisible. Él está solo en su taller y alejado de todo el ruido de la vida cultural. Pero cuando se le reconoce como embajador de la cultura, esto es algo muy personal para un artista y es un reconocimiento muy grande”. Katrin Tomova es una artista reconocida tanto en el ámbito de Bulgaria como en todo el mundo por su pintura abstracta. Para ella ser embajadora de la cultura es mucho más que un premio:
"Convertirte en “embajador de la cultura” te da confianza pero sobre todo, te otorga un sentimiento de responsabilidad. Porque una persona que pinta y que muestra su trabajo en el extranjero, siempre y en todas partes es asociada con su país, lo que conlleva también una responsabilidad. Es la responsabilidad hacia el país que te lo ha dado todo - tanto la inspiración como las impresiones que plasmas en tu obra. Cuando estoy en el extranjero disfruto porque por un lado estoy presentándome a mí misma y, por otro, sé que también estoy representando al país del que vengo".
Otra de las ganadoras del premio al "Embajador de la Cultura" de Bulgaria en 2021 vive en el lejano Japón e intenta crear un puente entre estas dos culturas tan diferentes a través de sus contactos personales. Se trata de Yuliana Antonova - Murata, quien no pudo asistir a la ceremonia de entrega del premio en sí, pero transmitió su invitación personal a todos los búlgaros que decidieran visitar el País del Sol Naciente. Su premio está ahora en manos de la periodista Magdalena Gigova que es también una admiradora de esta búlgara en Japón, por su papel de embajadora extraoficial en la lejana ciudad de Tokio. Y como los 12 ganadores del concurso “Embajadores Búlgaros de la Cultura” 2023 serán anunciados el 20 de diciembre, la propia Magdalena Gigova, en su papel de oyente, tiene también su propio favorito en las nominaciones:
"Yo sugeriría a Rina Bakalova, que es la fundadora del Centro Cultural Búlgaro de Tel Aviv y de la escuela búlgara. Este año, cuando se celebró el 80 aniversario del rescate de los judíos búlgaros, ella organizó una serie de actos y, lo que es más importante, consiguió publicar un libro que es una joya poligráfica, y está dedicado a los artistas judíos en Bulgaria. En el libro se relatan sus historias, se muestran sus obras y así, de forma indirecta, todos ellos muestran su agradecimiento al Estado búlgaro por haberles salvado de una muerte segura. Los judíos búlgaros que fueron salvados son 50.000, y vivieron en Bulgaria sin que ninguno fuera a parar a los campos de exterminio. De ahí que en el Estado de Israel, hay un bosque de 49.981 árboles plantados a modo de agradecimiento por los descendientes de los judíos que se salvaron en Bulgaria. Esto es algo que hay que recordar siempre ya que hay muy pocos países que, como Bulgaria, hayan podido resistir aquella presión, y salvar a tantos judíos."
Autor: Gergana Mancheva
Versión en español: Alena Markova
Fotos: Ani Petrova, BGNES
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