San Valentín es una de las fiestas más esperadas por los enamorados pero nosotros, los búlgaros, contamos además con una ventaja: podemos combinarla con las celebraciones de san Trifon el Podador, la fiesta del vino. Y, donde hay vino, hay amor. Esta maravillosa simbiosis se siente más fuerte aún en la localidad de Melnik - la ciudad más pequeña de Bulgaria. Este es uno de los rincones más pintorescos de la región sur de Bulgaria, donde las tradiciones, la naturaleza y la hospitalidad de los lugareños se entrelazan en una experiencia inolvidable.

Con motivo del 14 de febrero y la fiesta del vino, los viticultores locales organizan las “Jornadas de puertas abiertas de los viticultores del Valle de Struma”, que este año se celebrarán entre el 14 y el 16 de febrero, e incluirán un programa muy variado. Habrá podas de viñedos, degustaciones, espectáculos folclóricos y mercados de productores locales. Militsa Zikatanova, propietaria de una bodega familiar en el pueblo de Hársovo nos cuenta más detallas sobre este fin de semana tan especial en la localidad de Sandanski:

“Nuestra bodega familiar en Hársovo lleva funcionando ya 11 años. Todos los años, desde el mismo comienzo, celebramos en estas fechas los días de las “Jornada de puertas abiertas”. Desde hace unos 5 ó 6 años, se han unido a esta iniciativa más productores de vino de la región, y ahora todos juntos celebramos las fiestas del 14 de febrero con una programación temática. El foco principal seguirá siendo el rito de la poda de los viñedos, que simboliza el nuevo comienzo del año de los viticultores”.

• La uva y el vino en el folclore búlgaro

Las bodegas de las regiones de Melnik, Pétrich, Sandanski e Ilíndentsi, han preparado una programación repleta de eventos. Por ejemplo, la bodega de Hársovo recibirá a sus invitados el 15 de febrero con un concierto protagonizado por la famosa cantante folclórica Nikolina Chakardákova, y a cada media hora habrá además recorridos guiados por la bodega. Y en el pueblo habrá un festival folclórico y un mercadillo de productos artesanales. En otras bodegas habrá bailes folclóricos, espectáculos y se ofrecerán platos tradicionales búlgaros acompañados de los mejores vinos de la zona.

El amor y el vino siempre han ido de la mano, y en las bodegas de Melnik esta unión se percibe más aún. Aquí las bodegas no son sólo lugares de degustación, sino que son escenarios que inspiran gestos románticos. Sobre todo, en San Valentín.

“En nuestra bodega hemos sido testigos más de una vez de proposiciones, y desde hace algunos años en verano aquí celebramos también bodas”, cuenta Militsa Zikatanova. “Aquí tenemos una vista de 360º a los viñedos, y a las montañas Pirin y Belásitsa. El mejor momento viene cuando vemos cómo, durante la degustación, nuestras vistas inspiran a la joven pareja, a dar el gran paso. Ellos comienzan su nueva vida juntos aquí y, pasado un tiempo, regresan a nuestra bodega con un carrito de bebé”.

“El vino inspira a las personas a compartir sus sentimientos y sus sueños, les hace pensar en el amor y las cosas surgen de manera espontánea”, afirma Militsa y añade que sus huéspedes les visitan también por las fabulosas opciones para descansar y pasear que hay en los alrededores.

“Tenemos un mapa estupendo, llamado “Las rutas del vino de Melnik”, donde vienen señaladas todas las bodegas y productores de vino de la región, que ofrecen visitas. Además de los principales lugares de interés turístico - Heraclea Sintica, el Monasterio de Rozhen y Rúpite. En esta zona, aparte de las actividades relacionadas con el vino, hay también centros de SPA, diferentes opciones para hacer parapente y senderismo en la montaña. Aquí uno puede quedarse más que un fin de semana, una semana entera - y cada día vivir una experiencia diferente”, asegura Militsa.

• La festividad de San Trifon El Podador empieza con el trabajo de los viticultores y termina con brindis

Y para aquellos que aún no tienen claro cómo celebrar el día de San Trifon y el de San Valentín, los viticultures de Melnik han preparado la mejor propuesta: una degustación de las variedades locales de vino, entre ellas la "viña ancha" de Melnik (shiróka mélnishka lozá), la melnik 55 o el misket de Sandanski. El fin de semana del 14 al 16 de febrero rebosará de sabores, aromas y calidez... porque, "Quien dice vino, ¡dice amor!".

Autor: Veneta Nikolova

Versión en español: Alena Markova

Fotos: villamelnik.com, Facebook/Rutas del vino de Melnik, Bodega Villa Melnik

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