En el principio fue… el charco. Sin ánimos de provocar o de jugar con los mensajes bíblicos. Porque incluso la creación “más primitiva” puede, a veces, encender una llama divina. Pero si reducimos a lo básico los elementos que componen el mundo visible nos privaremos de la sorpresa, el júbilo o el milagro.
Mariángela Anastásova dibuja literalmente con “charcos de agua” y por eso ha eligido el nombre más descriptivo para su nueva exposición en la galería-librería “Sofia press”: “En el principio fue el Charco”. “Después llegan el color, la forma y la comprensión del resultado final”, así introduce ella misma su arte:
“De esta manera le doy la vuelta al proceso creativo: en lugar de partir de la idea, parto de una forma arbitraria que ha resultado de diluir pintura acrílica en agua con un dispersor especial”, cuenta Mariángela Anastásova. “Yo misma me acabo sorprendiendo, ya que en ese momento empiezan a ocurrir muchas cosas, que van cambiando y comienza entonces una especie de diálogo entre estos charcos de pintura y yo. El resultado final es mucho más interesante que si estuviera dirigiendo yo misma la composición.”
El agua salva vidas, hace posible la creación de una vida; sin agua no hay vida. Existe incluso la creencia de que el agua es portadora de información. Para Mariángela Anastásova, el agua resulta ser la llave que abre unos espacios insospechados de su propia alma.
“Al trabajar de esta manera llego instintivamente a algo mucho más auténtico en mí, algo que es sólo mío. Y, mientras dibujo, me relaciono con lo que ocurre a mi alrededor”, añade la pintora. “Es como un particular diario, pero no es abstracto: a menudo añado palabras y a veces se convierte en poesía. No es algo intelectual, ni lógico, es mucho más profundo y al mismo tiempo es liviano, porque lo es la propia técnica.”
De este mundo translúcido y vital se asoman criaturas, nacidas de nosotros y de nuestro alrededor, y que nos susurran las palabras que más necesitamos en estos momentos. Sólo es necesario alinearse con la sensibilidad de su creadora, e incorporarse al diálogo de las manchas de color.
“Para mi el arte no puede separarse de la situación en el mundo y de lo que nos atañe de forma directa en el día a día”, continúa Mariángela. “En Bulgaria - y no sólo en Bulgaria - yo echo de menos la comunicación y la autenticidad, pero obtengo ambas a través de mi técnica de pintura. Y eso se puede ver en la exposición. En realidad, nosotros nos encontramos en un lugar muy crítico en el mundo. Pero a mi no me gusta pensar mediante ideologías y puede que eso mismo esté ocurriendo ahora también en Bulgaria: que la gente ya ha visto toda clase de ideologías y ha empezado a distanciarse de ellas de diferentes maneras. Por eso mis pinturas tienen estas tonalidades tan claras, porque me gustaría ver más luz. Otras veces son humorísticas porque lo que se ve representado se refiere a mi y a lo que me rodea. Por ejemplo, mi último lienzo se titula ‘Vuelo’. ¿Hacia adónde vuelo? No lo sé, pero lo bueno es que tengo ese impulso de volar.”
Con “Levitación”, “El alma de la hierba”, “Serie transparente de ángeles”, “Cuajo para magia”, “Señales, sombras y eco”, Mariángela Anastásova nos transporta a dimensiones desconocidas, pero al mismo tiempo tiene la capacidad de hacernos aterrizar bruscamente. La performance “Al otro lado del paraguas búlgaro” suscita asociaciones con el pasado del que emergen un asesinato, “Seguridad Estatal” o el mal impune.
“Este fue un proyecto conjunto con la galería “Rakursi”, con la colaboración de un fotógrafo muy bueno, Gregor Schatz, en el parque frente al Teatro Nacional”, recuerda Mariágela Anastásova. “Junto a un gran grupo de artistas y estudiantes de arte, llenamos de agua unos paraguas abiertos y observamos el cielo, las nubes y los árboles en el reflejo. Era algo bellísimo. Todos hicieron una foto y me enviaron cada uno un detalle de la suya, en forma de huella sobre papel de aluminio. Al reunirnos de nuevo, los participantes completaron sus detalles obteniendo finalmente unos paraguas muy variados y hermosos. El objetivo de este proyecto era cambiar la idea del paraguas búlgaro (relacionada con el asesinato del escritor exhiliado en Londres, Gueorgui Márkov)” y demostrar de este modo que Bulgaria no debe ser relacionada con hechos oscuros de espionaje, como aquel. Bulgaria es arte, por eso nosotros le dimos la vuelta al paraguas búlgaro, por el lado bello.”
Mariángela Anastásova recibió una educación cosmopolita. En la Academia Nacional de Bellas Artes de París, ella se formó en técnicas pictóricas con “el alumno de un alumno de Henri Matisse”. “De él obtuve esta confianza en el color porque decía que la forma en que yo trabajaba era similar a como trabajaba Pierre Bonnard. Eso me liberó”, comparte Mariángela. Más tarde, en Méjico, ella afinaría sus habilidades como grafista, participando incluso en pinturas murales. Al regresar a su patria, ella se volcó en diferentes actividades, entre ellas la de la enseñanza. Y es con los niños precisamente, con quienes creó la técnica “Arte sorpresa”, que se asemeja a una terapia.
“Esta técnica es en realidad una manera de vivir, una práctica donde, a través de varias sesiones, llegamos a una sensación de satisfacción y de ligereza”, cuenta la pintora. “Pero esto tampoco es una huída de la realidad, sino más bien una intervención en la realidad. Al hacer arte sin imponer nuestro pensamiento en las cosas que hacemos, eso nos enseña a relacionarnos con nosotros mismos y con los demás de una forma mucho más delicada e intuitiva”.
Mariángela Anastásova da clases en la escuela de dibujo “Zahari Zograf”, en Samokov, y en el Liceo Americano de Sofía, y en estos sitios ella respira libertad: crea su propio plan de estudios, y renueva regularmente las técnicas a emplear y la manera de trabajar con los niños porque, “al igual que cambia el mundo, ellos también cambian mucho”.
Autor: Diana Tsankova
Versión en español y publicación: Alena Markova
Fotos: Diana Tsankova, Facebook/Galería-librería Sofia Press, Facebook/Mariángela Anastásova
La conocemos como la gimnasta que rompió los moldes, llegando por primera vez a cuatro Juegos Olímpicos, y demostrando al mundo que este no es un deporte sólo de niñas, sino también de mujeres. Hoy es actriz y escritora. O, podríamos decir, creadora. Es..
El Ministerio de Cultura espera que a finales de 2025 la UNESCO apruebe la candidatura del Centro de Arqueología Subacuática de Sozopol para convertirse en un centro regional de arqueología subacuática en la región del mar Negro. El centro se trasladará..
La famosa búlgara Vera Nemirova es uno de los nombres más significativos en la actual dirección de ópera en Europa. Lleva varios años viviendo y trabajando en Alemania. Desde hace unos años es una invitada permanente de la Ópera Estatal de Varna y..