Un número récord de playas del litoral búlgaro del mar Negro ha sido galardonado con el prestigioso premio internacional "Bandera Azul", que certifica la limpieza de las aguas marinas y las costas. Este reconocimiento se concede tras una evaluación anual realizada por la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Bulgaria ha obtenido excelentes resultados: el 90 % de sus playas ha recibido la "Bandera Azul".

En los últimos años, Bulgaria ha mejorado considerablemente la calidad de sus aguas marinas, y sus playas son cada vez más limpias, según declaró a Radio Bulgaria el viceministro de Medio Ambiente y Agua, Atanas Kostadinov.

"Bulgaria informará en la reunión de la ONU en Nueva York sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y esto está relacionado con uno de los objetivos de la ONU respecto a la calidad del agua marina, las playas y los llamados 'lugares de baño'. Hace 15 años, el 45 % de estos se encontraban en un estado ecológico y natural 'muy bueno'. Actualmente, el 90 % de ellos se encuentran en ese estado", informó el representante del poder ejecutivo.

La valoración por parte del sector turístico también es positiva:

"Es un reconocimiento muy importante de la Agencia Europea de Medio Ambiente, que ha determinado que Bulgaria ocupa el segundo lugar en Europa, después de Chipre, en cuanto a la limpieza de las aguas marinas. Esto se debe principalmente al alto porcentaje de agua limpia en los alrededores de Primorsko, donde se ha registrado una pureza cercana al 100%: un 99,7%. En general, la parte búlgara del mar Negro es extremadamente limpia, ya que no hay grandes empresas industriales, fábricas químicas, empresas metalúrgicas, etc., que la contaminen", comentó en Radio Bulgaria el profesor Rumen Draganov, director del Instituto de Análisis y Evaluación del Turismo.

En cuanto a si aumentará el número de playas galardonadas con este prestigioso premio, eso depende de los concesionarios de dichas playas. Sin embargo, la tendencia es claramente ascendente:

"Creo que la 'Bandera Azul' es una iniciativa muy buena. En Bulgaria, el 90% de las playas ya la han obtenido. Y, en general, es muy bien recibida por la gente", afirma el profesor Draganov.

Por su parte, las autoridades competentes -las inspecciones regionales de medio ambiente y aguas- también trabajan activamente en el control y la evaluación de la calidad de las aguas.

"Uno de los elementos más importantes para la calidad de las playas, además de la calidad del agua, son los hábitats naturales en tierra. El agua es importante desde el punto de vista de mantener su composición lo más cercana posible a la natural", explica el director de las Inspecciones Regionales de Medio Ambiente y Aguas de Burgás, Pavel Marinov.

En lo que respecta al control de las Inspecciones Regionales de Medio Ambiente y Aguas sobre la protección contra el vertido no regulado de aguas contaminadas en las zonas costeras, se puede decir que, en la mayor parte del sistema urbano de la región de Burgás, esta cuestión está resuelta. Existen estaciones depuradoras que detienen este flujo.

"También hay algunos lugares donde aún queda trabajo por hacer. Pero, al mismo tiempo, las medidas adoptadas en los últimos años para detener este vertido -que hasta hace poco no estaba regulado y desembocaba directamente en el mar- ya están dando resultados. El efecto es claro: el agua es mucho más limpia en comparación con hace 5 o 6 años", informó Marinov.

En resumen, tanto el Estado como el sector turístico coinciden en que el mar búlgaro está cada vez más limpio. La tendencia de mejora también se refleja en las previsiones para la actual temporada de verano en la costa del mar Negro. Rumen Draganov espera que la temporada sea muy exitosa y supere los niveles alcanzados en la ya notable temporada de 2019. Se estima que alrededor de 8 millones de extranjeros visiten Bulgaria, y que más de la mitad de ellos -unos 5,5 millones- se dirijan a la costa. En total, se espera que las visitas con fines turísticos, tanto de extranjeros como de búlgaros, alcancen los 13,7 millones.

Fotos:BTA, FB/Atanas Kostadinov, Iván Guergov, BGNES, BNR-Burgás