Si creen que en el Noreste de Bulgaria sólo podemos encontrar tierras de cultivo llenas de trigo, es hora de echar la vista más allá, hacia los viñedos que cubren miles de hectáreas en esta misma región. Aquí el vino es parte de la vida cotidiana y de la cultura de la gente local. Los datos son impresionantes: en tan sólo cinco años el número de bodegas incluidas en el Mapa del Enoturismo de la zona, ha saltado de 9 a 20.
El Noreste de Bulgaria está dividido en dos principales regiones vinícolas: la región de la costa norte del mar Negro (en torno a las ciudades de Varna y Shumen) y la región central de la llanura del Danubio (localidades de Veliko Tarnovo, Targóvishte y Ruse). El clima y el terreno son cruciales para el carácter del vino. Los vinos elaborados en cercanía del mar y de tierras arenosas -como las tierras en la zona de Pobitite kámani- suelen ser vinos de una suave connotación salada. Aquí, las variedades de uva blanca y aromática producen unos vinos elegantes y de una particular frescura. Por otro lado, más adentro en el territorio del país, cerca del Danubio y alrededor de Veliko Tarnovo, la tierra es perfecta para las variedades autóctonas y para otras clásicas como el Merlot o el Cabernet Sauvignon. Nos lo cuenta Anelia Hrístova, guía profesional y enóloga:
“Tenemos una oferta muy variada. Por un lado están los muchos productores de vino que elaboran unos vinos de gran calidad de variedades tanto búlgaras como internacionales, y que representan las características específicas de esta región. Luego tenemos la posibilidad de combinar la vivencia vinícola con diferentes monumentos y localizaciones históricas, culturales y naturales, lo que se convierte en una experiencia muy completa e interesante para los turistas. Ya ni mencionar el tema de la gastronomía local y las especialidades culinarias de cada región, que se combinan a la perfección con los vinos. Es decir, también está la experiencia de catar vinos locales acompañándolos de platos regionales seleccionados”, nos cuenta Anelia Hrístova.
Aquí destacan no sólo el hermoso paisaje y la buena predisposición de las bodegas, sino también las propias variedades de uva, y su característico sabor. Los pequeños y medianos productores ponen mucho empeño en conservar y desarrollar estas variedades, y las presentan con gran orgullo a sus invitados.
“Algunas de las variedades locales son el Dimyat, el Misket rojo, o el Guegána -una variedad de uva excepcional que se cultiva muy bien en el terreno de Tsarev Brod, localidad de Shumen. De las variedades de uva roja tenemos además el Rubín, el Pamid y el Evmolpia, y otras muy aromáticas como el Misket de Varna o de Vratsa, y el Tamyánka, estos úlitmos muy característicos de la costa búlgara. Hay otras variedades que casi han desaparecido y que algunos viticultores están intentando recuperar para que se preserve la identidad de las auténticas variedades búlgaras. Un ejemplo de estas es el Guergana, que se solía cultivar en plantaciones muy pequeñas y que ahora están tratando de extender. El Kokorko es otra antigua variedad de uva de la región de Veliko Tárnovo y actualmente la están intentando recuperar.”
Los centros turísticos clave como Varna, Veliko Tarnovo, Shumen o Ruse son unos verdaderos imanes para los amantes de este tipo de experiencias. Además de las degustaciones muchas de las bodegas ofrecen también alojamiento en casas rurales y otras atracciones adicionales como bases hípicas, SPA o rutas entre viñedos y naturaleza, entre muchas otras.
“Hay un enorme interés hacia estas ofertas vacacionales, y el potencial es infinito. Los viticultores también tienen un gran deseo de mostrar lo que hacen”, explica Anelia Hrístova. “Son cada vez más las catas de vino organizadas, cada vez más las rutas de vino y los profesionales que saben cómo presentar un vino de una manera atractiva. Lo importante es que los productores de la región colaboran entre todos y se apoyan mutuamente. Aparte del mapa de vinos común, organizamos también eventos como el Día de Puertas Abiertas a finales de mayo y varios festivales. En otoño se celebra el Urban Wine Fest en Varna, Ruse y Veliko Tarnovo que a su vez está relacionado con el Día Internacional del Mavrud (una fiesta que celebra no sólamente esta variedad en concreto, sino todas las variedades típicas de Bulgaria). De manera que, si os gusta el vino, aquí siempre va a haber algo que probar o algo nuevo que experimentar”, concluye Anelia Hrístova.
Autor: Veneta Nikolova
Traducción en español y publicación: Alena Markova
Fotos: winetours.bg, tsarevbrod.com, Anelia Hrístova
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