El voluntariado es la mayor potencia de nuestra organización, ha manifestado el presidente de la Cruz Roja Búlgara, académico Hristo Grigorov. No obstante la cuarentena en estos momentos, aseguramos la alimentación a 320 000 búlgaros con los medios de un programa europeo. Esto se hace en 300 puestos en que 9 000 voluntarios trabajan constantemente y llevan la comida a los necesitados: personas enfermas y personas inmovilizadas.
Tomemos el último ejemplo con los chóferes en la frontera búlgaro-turca: decenas de voluntarios de la Cruz Roja Búlgara repartían comida a esta gente que se vio en una situación tan difícil, ha explicado el presidente de la Cruz Roja Búlgara ante la agencia Focus y ha incitado a las personas que trabajen como voluntarios y participen en las campañas de recaudación de medios y, cuando tengan la posibilidad, de donar sangre.
Después de que fuera declarado el estado de alarma en Bulgaria, hacia mediados de marzo, los voluntarios de la Cruz Roja Búlgara acometieron otra importante tarea: el abastecimiento de alimentos y medicamentos a ancianos solitarios e minusválidos en distintas poblaciones del país. Por teléfono se hace una petición después de lo cual los voluntarios toman la lista con los productos necesarios y se dirigen a las tiendas y a las farmacias para comprarlos. Esta ayuda llega a tiempo y centenares de búlgaros cuentan con los voluntarios para sobrevivir en estos duros días.
Es así en Shumen donde hay unos 60 voluntarios que han garantizado su disposición de realizar visitas diarias a los domicilios de los necesitados.
Dos de los más jóvenes voluntarios de la Cruz Roja Búlgara son Betina Belcheva y Tsvetan Krasimirov.
Soy voluntaria, dice Betina. Creo que en un momento de la vida cada uno necesita ayuda y hay otras personas que sin duda pueden echarle una mano. Cada uno puede obrar bien, si lo desea, desde luego.
El voluntariado está vinculado con la definición de prioridades. En primer lugar está la educación, Betina y Tsvetan van a la central de la Cruz Roja Búlgara cuando terminan sus clases y tareas.
Tenemos que ayudarnos nosotros mismos y no esperar que el Estado se ocupe de todo, es categórico Tsvetan Gerasimov, de Shumen, de 18 años. Esta ha sido mi motivación de ayudar, la situación es difícil, no solo para nosotros, sino para el Estado. Las personas deben quedarse en casa y nosotros debemos ayudarles y limitar su desplazamiento. En momentos como este debemos estar más unidos que nunca. La Cruz Roja Búlgara vigila por la seguridad de los voluntarios. Nuestra seguridad está en primer lugar para poder visitar las casas de los necesitados. Diariamente se nos entregan mascarillas, guantes y las insignias distintivas de la Cruz Roja Búlgara.
Versión en español de Hristina Taseva
Fotos: BTA, BGNES, archivo personal
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