Las empresarias ambientalistas Blazhka Dimitrova y Boryana Uzúnova merecieron la máxima distinción de la organización ambiental WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza): el Premio del Presidente, que se entrega a jóvenes ambientalistas del mundo entero. Las dos búlgaras han sido distinguidas por sus esfuerzos de inducir un cambio en la actitud hacia la naturaleza.
Blazhka Dimitrova promueve la idea de una vida sin residuos, que describe en un libro, y ha abierto un restaurante de residuo cero, el primero de su género en Bulgaria. Se dedica, además, a enseñar a individuos e instituciones cómo aprovechar los recursos naturales de manera responsable.
Boryana Uzúnova es la creadora de una compañía de tecnologías de soporte físico y lógico. Con su actividad, propicia la producción de ropa por encargo y encuentra soluciones amigables con el medio ambiente en la industria de la moda. Su objetivo final es eliminar la necesidad de una producción en masa que estimula el gasto insostenible de recursos y conlleva altos niveles de contaminación de la atmósfera.
Los búlgaros de Besarabia son una parte “indisoluble del cuerpo búlgaro, de la comunidad búlgara espiritual y cultural. Persistirán ya que el lazo entre ellos y nosotros es inquebrantable”, se señala en el único número del periódico Besarabia búlgara..
La vida de los búlgaros en la República Checa es muy ajetreada. Trabajan en masa en distintas fábricas, el trabajo es por turnos, el cansancio se acumula y la gente no quiere viajar a la capital un domingo sólo para poder votar. Así explica Irena..
La jornada electoral en Reading, al sureste de Inglaterra, transcurre con calma. Se espera que voten unas 300 personas y en el único colegio electoral de la ciudad se puede votar sólamente en papel. Es la segunda vez que este colegio electoral cambia..