El campeón mundial de los pizzeros aún no puede asimilar lo que le acaba de ocurrir. Svetoslav Mitev tiene tan sólo 23 años, vive en Shumen y hasta hace relativamente poco trabajaba como un modesto repartidor de pizzas en un restaurante local. Pero, como ya sabemos, la vida da muchas vueltas - y a veces muy buenas. Hace poco, el joven búlgaro recibió la más alta distinción del Pizza World Cup 2023, cuya 21ª edición se acaba de celebrar en Roma. En el concurso de este año participaron unos 180 pizzeros de todo el mundo. Svetoslav Mitev fue el único búlgaro entre los participantes y acabó siendo el ganador, por decisión unánime de los 20 miembros del jurado.

"Mi idea era combinar los sabores de dos países y convertir dos productos diferentes en algo común. Por un lado, estaban la salsa de tomate italiana y la mozzarella fresca italiana. Y, por otro lado, agregué túchenitsa búlgara (verdolaga) con jamón curado búlgaro de ciervo (en búlgaro “elenski but”), y queso de cabra búlgaro trufado. Finalmente, añadí un toque de mermelada de pimiento picante, unas bayas de goji y pipas de calabaza. El dulce combinaba con el sabor salado del queso de cabra, y al final todo quedó bastante bien. El producto búlgaro que más destacó, en mi opinión, fue la verdolaga, porque en Italia no habían visto nada parecido sobre una pizza", contaba Svetoslav Mitev en una entrevista con Stoyan Stoyanov, de BNR Shumen.

Hace tres años, Svetoslav empezó a trabajar como repartidor en una pizzería en Shumen. Pero su talento culinario le llevó rápidamente a cruzar las puertas de la cocina.

“Mientras preparaba los pedidos, observaba lo que hacían en la cocina, e incluso me metía en líos porque acababa confundiendo direcciones, por ese motivo. Pero para mí era muchísimo más interesante lo que ocurría entre los fogones. Al cabo de un tiempo, me propusieron medio en broma que ayudara en la cocina porque necesitaban más cocineros. Así fue como empezó todo”, recuerda Svetoslav. Poco a poco, el trabajo lo absorbe y se convierte en una auténtica pasión.

El joven Svetoslav se adentra en el inabarcable mundo de la pizza, lee, investiga, comienza a cultivar su propia masa madre para las bases de sus pizzas, y a perfeccionar su técnica. Y, el hecho de ser autodidacta, según dice él mismo, puede tener incluso sus ventajas. La mayoría de los competidores en el Pizza World Cup, se graduaron en prestigiosas escuelas culinarias, han ganado premios internacionales y tienen muchos años de experiencia a sus espaldas. Pero, a fin de cuentas, quien se llevó el reconocimiento de maestro pizzero fue el chico búlgaro de Shumen:

"Me llamó la atención que la gente que tiene muchos conocimientos y habilidades, en su esfuerzo por mostrarlo, recarga las cosas y, cuando te traen un trozo de su pizza, lo que ves son muchos productos, muy bien combinados - pero no sabes qué probar primero. Y yo creo que, en un sólo trozo de pizza deberías poder saborear la pizza entera. Otro detalle fue, por ejemplo, que a muy pocos concursantes se les ocurrió ofrecer una bebida para acompañar. Yo combiné mi pizza con un vino tinto de la variedad búlgara Mavrud, de 2019, tres veces premiado en Bulgaria, que hacía un maridaje bastante bueno con la pizza."

El joven búlgaro disponía solamente de 12 minutos para deslumbrar al jurado con sus habilidades. "Mi objetivo era, básicamente, no hacer el ridículo y representar lo mejor que podía a mi país. No esperaba ganar - al fin y al cabo, sólo tengo 23 años. Fui por la experiencia", confiesa Svetoslav, y dice que ya se está empezando a preparar para el próximo campeonato mundial de pizza.

"El año que viene, espero poder representar a Bulgaria con una pizza al estilo romano. A diferencia de la pizza clásica, que tiene una corteza fina, crujiente y redonda; la pizza romana es alargada y su masa tiene una mayor hidratación. Queda aún más crujiente que la clásica, porque hay técnicas especiales en la misma preparación de la masa. Me gustaría estudiar otras categorías de pizza, como la pizza romana, la napolitana, la pizza sin gluten... Me encantaría seguir desarrollándome en esta dirección en los próximos años", concluye finalmente Svetoslav Mitev.

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