Desde hace más de 30 años, dos universidades búlgaras ofrecen una formación de alto nivel en lengua francesa para especialidades de tecnología e ingenierías, con diplomas reconocidos en todo el mundo. Por eso sus profesores se enorgullecen de decir que no hay un solo discípulo suyo que esté en el paro.
La Universidad Técnica y la Universidad de Tecnología Química y Metalurgia de Sofía poseen la llamada acreditación francesa. Esto significa que la formación dura cinco años y todos sus alumnos se gradúan con un nivel de magisterio. "Tanto en medicina como en ingeniería, cuatro años no son suficientes para prepararse", nos explica el concepto francés de la educación la profesora Slavka Tsanova de la Universidad Técnica.
“Ofrecemos dos especialidades”, continúa Slavka Tsanova en una entrevista para Radio Bulgaria. “Nuestros estudiantes se gradúan con un diploma búlgaro, pero obtienen un certificado. Después del tercer año ellos eligen si quieren estudiar Informática y Comunicaciones o Electrónica, Ingeniería Eléctrica y Automática. Tenemos profesores invitados de Francia y muchos estudiantes extranjeros de Túnez, Marruecos, Argelia, Camerún y Costa de Marfil. También tenemos muchos estudiantes franceses que estudian en el marco del programa Erasmus".
La Universidad de Tecnología Química y Metalurgia (UTQM) ofrece una formación en Ingeniería Química y Bioquímica en francés. Esta disciplina fue fundada en Bulgaria en 1992, y es el primer programa francófono del país.
“Esta especialidad está en el campo profesional de las tecnologías químicas”, explica la asistente general de la UTQM, Vladislava Ivanova. “Podemos presumir de que, desde que existe el sistema de calificación de las universidades, este campo profesional lleva ocupando siempre el primer lugar entre los 52 centros de enseñanza superior de Bulgaria. Esta formación comprende dos ciclos: la enseñanza general, que incluye disciplinas fundamentales de ingeniería como física, matemáticas y química orgánica e inorgánica, y un bloque de especialización con disciplinas interesantes como bioquímica, microbiología técnica y procesos de intercambio de calor y petróleo. En los últimos años hemos tenido mucho interés por parte de estudiantes de Francia y España que vienen a cursar un semestre dentro del marco del programa Erasmus. Es decir, el intercambio tanto de nuestros estudiantes en Europa como de estudiantes de la UE que vienen a estudiar con nosotros, se ha intensificado y goza de un gran interés."
Ambas profesoras insisten en que los licenciados en las especialidades en francés disfrutan de una excelente realización. Pero, por otro lado, esta educación recibida, ¿no abre también la puerta a los búlgaros hacia países con mejores condiciones laborales y un nivel de vida más alto? "Nuestro objetivo no es preparar a los jóvenes para que puedan emigrar, aunque, por desgracia para nosotros, muchos de estos alumnos capaces y bien formados se acabaron quedando en Francia", responde la profesora Slavka Tsanova.
De todas formas, gracias a la Cámara de Comercio Búlgaro-Francesa, con más de 300 empresas, hay un gran interés por los licenciados de estas universidades, y ellos pueden encontrar un ámbito de trabajo digno para hacer carrera en su propio país. A menudo, las empresas organizan cursos en colaboración con las universidades y en los últimos años de formación preparan a sus futuros empleados.
“La mayoría de nuestros estudiantes, incluso antes de defender su tésis, consiguen encontrar trabajo en la esfera de su especialidad”, añade Vladislava Ivanova. “Durante las prácticas obligatorias, que son muchas más en comparación con las de las disciplinas búlgaras en nuestra universidad, los estudiantes tienen la oportunidad de familiarizarse con diferentes empresas e institutos de la Academia Búlgara de Ciencias, donde eventualmente pueden quedarse después de graduarse. También tenemos un centro de orientación profesional que pone en contacto a los estudiantes con las empresas”.
Para acceder a la Universidad Técnica se realizan exámenes de matemáticas y física, además de los de francés. En la Universidad de Tecnología Química y Metalurgia no hay prueba de acceso: allí lo que cuentan son las notas de los exámenes estatales de graduación, que se realizan en Bulgaria tras el bachillerato. Las mismas normas se aplican a los estudiantes provenientes de la Unión Europea.
El procedimiento para los candidatos extracomunitarios es bastante más complicado, ya que pasa por la legalización del título en el país de origen y la obtención de un sello o una apostilla en función del contrato que tenga este con Bulgaria.
“Este año tenemos muchos candidatos, a ver si lo consiguen”, dice la profesora Slavka Tsanova. “Me refiero en particular a los primeros pasos que estamos dando en los países de África Central y Occidental, donde no tenemos embajadas y todo el procedimiento se realiza mediante nuestra misión diplomática en Nigeria. Los futuros estudiantes tienen que ir in situ o bien conseguir certificar de alguna manera complicada los documentos necesarios en la embajada, luego enviarnos sus diplomas traducidos al búlgaro y solicitar un visado".
“Hace varios años que se habla de simplificar el procedimiento, pero de momento no se ha encontrado una solución".
"Hay muchas razones para que los jóvenes elijan una universidad en Bulgaria”, señalan las profesoras Slavka Tsanova y Vladislava Ivanova. “Una de ellas es el valor económico de la educación. En la UTQM, la especialización en francés para los ciudadanos de la UE es gratuita, ya que se trata de un área prioritaria para el desarrollo de nuestra economía, mientras que para el resto cuesta 1.500 euros. En la Universidad Técnica, la matrícula semestral de Informática y Comunicaciones es de 2 000 euros, mientras que la de Electrónica, Ingeniería Eléctrica y Automática es 200 euros más barata.
“Los búlgaros somos un pueblo afable”, destaca la profesora Tsanova. “Además de que nuestra comida es buena, nuestro clima también es agradable. Los estudiantes internacionales encuentran amigos aquí, pueden convivir con otros jóvenes y no hay racismo en la universidad. Ellos también se acostumbran a nuestra cultura y aprenden búlgaro. Parece que les gusta, porque ahora tenemos muchos más candidatos que antes".
“El número de estudiantes aumenta por lo amigable que es el ambiente”, opina por otro lado la asistente general Vladislava Ivanova.
"En nuestra universidad tenemos la Red de Estudiantes Erasmus (Erasmus Student Network) en la que los estudiantes cuidan los unos de los otros a la hora de instalarse por primera vez aquí", añade. “Además, el Consejo de Estudiantes es una institución muy fuerte y estoy orgullosa de nuestros estudiantes porque organizan todo tipo de eventos a través de los cuales pueden conocerse y estrechar lazos". Otra motivación son los idiomas: en Bulgaria casi todo el mundo habla inglés o francés. Y, como añadido, tenemos una naturaleza maravillosa. Así que los estudiantes están realmente contentos de venir a estudiar en Bulgaria".
Autor: Diana Tsankova
Versión en español: Alena Markova
Fotos: Diana Tsankova, Facebook / ESN UTQM, UTQM
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